En una reciente entrevista radiofónica, Miguel Ángel Yunes Linares, exgobernador de Veracruz, descartó firmemente la idea de postularse al Senado de la República, enfatizando que no tiene intenciones de buscar ninguna posición después de su mandato como gobernador. Esta declaración surgió en respuesta a especulaciones mediáticas que lo mencionaban como posible candidato a la primera fórmula del Frente Amplio por México, conformado por el PAN, PRI y PRD.
En el mismo contexto, Yunes Linares abordó los comentarios y desafíos lanzados por Manuel Huerta, exdelegado de los programas del Bienestar en Veracruz y actual candidato de Morena al Senado. Ante la propuesta de Huerta de sostener un debate, Yunes Linares respondió categóricamente, calificando a su oponente como un “drogadicto” y acusándolo de utilizar sus cargos para promover el consumo de drogas.
El exgobernador recordó la iniciativa presentada por Huerta para legalizar el cultivo de marihuana y amapola, así como la producción de fentanilo, evidenciando la fecha de la propuesta en noviembre de 2018, coincidiendo con la creciente crisis de consumo de opioides, especialmente fentanilo. En este contexto, Yunes Linares expresó su rechazo a participar en un debate con Huerta, sugiriendo que este podría estar bajo la influencia de sustancias durante dicho encuentro.
Cabe destacar que Yunes Linares, en su intervención, no solo desestimó la opción de debatir con Huerta sino que también lo acusó de ofender a su familia ya él mismo, aunque aclaró que no presentará acciones legales en su contra. Este intercambio verbal agrio entre ambos personajes políticos ha generado atención mediática y ha añadido un componente controvertido al panorama electoral.