Javier Milei, el recién electo presidente de Argentina, ha revelado su ambiciosa agenda económica, anunciando una “ola” de privatizaciones que abarca desde la petrolera estatal YPF hasta la Televisión Pública, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam. Este anuncio forma parte de su programa para reducir al mínimo la intervención estatal, proclamando que “todo lo que pueda estar en manos del sector privado, estará en manos del sector privado”. Esta medida se presenta como un cambio drástico respecto a las políticas intervencionistas del peronismo, el cual ha dominado la política argentina en las últimas dos décadas.
Milei, un economista de ultraderecha, obtuvo una victoria sorprendente en las elecciones presidenciales, reflejando el descontento social por la alta inflación, que supera el 142% anual, y el aumento de la pobreza, que afecta actualmente al 40,1% de la población. Su programa económico abarca desde recortes significativos en el gasto público hasta la dolarización de la economía, marcando un cambio radical en la dirección económica del país.
Respecto a YPF, la petrolera estatal que planea privatizar, Milei subrayó la necesidad de “recomponerla” y “racionalizar” su estructura antes de proceder con la venta. YPF fue estatizada en 2012 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, a quien Milei responsabiliza del deterioro de la empresa.
Además de sus aviones económicos, el presidente electo anunció un viaje “espiritual” a Estados Unidos e Israel antes de asumir el cargo el 10 de diciembre. Este viaje incluye visitas a Miami y Nueva York, así como una conexión con rabinos en Israel. Milei ha elogiado en varias ocasiones el judaísmo, y durante la campaña, su visita a un lugar sagrado judío en Nueva York generó especulaciones sobre una posible conversión espiritual.
En resumen, la victoria de Milei marca un cambio significativo en la dirección política y económica de Argentina, con planes audaces que buscan transformar la intervención estatal y revitalizar la economía del país.