ALMA GRANDE
La tradición en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es que el Presidente envíe una terna de candidatos a sustituir a los ministros, en este caso, a Arturo Zaldívar, así se llevaba a cabo, este proceder está respaldado en la ley. Es decir, López Obrador está en su derecho para elegir a las integrantes de la terna, ya decidirá el Senado. En sexenios anteriores, en casos similares los que ahora pegan el grito en el cielo, guardaron silencio.
En esta ocasión se trata de mujeres en los tres casos, pero también, como siempre ha sucedido, están ligados a personas cercanas a él, Bertha María Alcalde Luján, hermana de Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación; Lenia Batres, hermana de Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México y María Estela Ríos, actual consejera Jurídica de la Federación.
La oposición se ha caracterizado por rechazar toda disposición de la actual administración, de manera sistemática, prácticamente sin mediar reflexión, examen de conciencia o ejercicio de memoria. Aquí no sólo se olvidan que esto siempre ha sucedido pero que ahora tiene una agravante más, el hecho de que, en su defensa al Poder Judicial, ante su inminente cambio radical de someterse al escrutinio de la población para llegar a ser ministros, se contradice y cae en su propia trampa.
Por un lado, rechazan la terna presentada por el Presidente, y por el otro, se niegan a que los ministros sean electos democráticamente. Entonces se sitúan en un espacio donde no son de aquí ni de allá, están en contra de todo, incluso de lo que a ellos les favorece.
Los coordinadores parlamentarios del PRI, PAN y PRD acordaron votar en contra de las sugerencias que hace el Ejecutivo al Legislativo. O hacen de esa manera simplemente porque no es su partido el que está en el poder, pero no por un afán democrático o condición en la que basan su rechazo.
El Senado cuenta con 30 días para aprobar la terna propuesta, si no es aprobada, el Ejecutivo federal deberá proponer otra terna, según dicta el Artículo 96 de la Constitución.
Ante la continuidad de la tradición de que el Presidente nombre una terna, algunos columnistas, sobre todo mujeres, como es el caso de Maité Azuela, señalan que viola los principios de autonomía e independencia del Poder Judicial. Situación que nunca antes habían rechazado los comunicadores y analistas políticas, menos aun tratándose de mujeres, quienes ahora, desde los medios, prefieren seguir la consigna de rechazo ante la posibilidad de reivindicar su género de manera histórica para abrir espacios a las mujeres.
Anteriormente el debate para seleccionar a una ministra y la discusión se centraba en la falta de autonomía de algunos jueces, quienes recientemente favorecieron a delincuentes de manera abierta y descarada. Desde luego hay quienes llevan con disciplina su responsabilidad de hacer justicia, hay jueces honorables y ministros decentes. En sexenios anteriores se aseguraba que los ministros dependían del presidente, cosa que era cierta, pero algunos de los que lo vivieron y participaron en estas selecciones ya lo olvidaron.
Ahora, la duda sobre la autonomía del poder Judicial radica en su parcialidad a la hora de dar los fallos de manera poco transparentes, sobre todo cuando se habla de que un ministro estuvo reteniendo un caso 23 años. Se trata del propietario de una televisora que no quiere, hasta la fecha, pagar impuestos.
La situación se vuelve crítica para una oposición que está entrampada en este proceso y deberá definirse pronto. Porque asegura que actualmente el Poder Judicial es autónomo, cuando la mayoría de la población considera que debe haber una reforma al Poder Judicial, para someter a sus integrantes al voto de la población, para que sean los tres Poderes de la Unión electos por la población y concretar las bases de una democracia consolidada.
Es necesario que llegue una mujer ministra más a la Suprema Corte de Justicia, porque se exige un equilibrio de género que pueda garantizar que los fallos de dicha Corte sean más equitativos, hasta la fecha sigue habiendo mayoría de hombres.
La selección de ministros no sólo se politizó, como era de esperarse, sino que tomó partido. Así sucede con funcionarios públicos de otras dependencias que ahora critican por falta de capacidad o experiencia, pero en el pasado nunca repararon en estos requisitos. Es el caso de la actual secretaria de Educación Leticia Ramírez, a quien cuestionan su falta de experiencia. Pero se olvidan que nunca criticaron la presencia al frente de esa dependencia de un personaje llamado Aurelio Nuño, el sexenio pasado, que no sabía ni hablar español correctamente y desconocía cualquier tema pedagógico.
La necesidad urgente de nombrar a un nuevo ministro o ministra en tiempos electorales debe acelerar los trabajos del Senado, de otra manera, habrá serios problemas en delitos que son propios de fin de sexenio, donde la tarea de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es esencial para el desarrollo del país.
PEGA Y CORRE.- Es de lamentar un asesinato más de un periodista. La madrugada del jueves 16 de noviembre asesinaron al fotoperiodista Ismael Villagómez Tapia, de un disparo en la cabeza con arma, calibre .9 milímetros, a bordo de su automóvil en la colonia Fronteriza Alta, en Ciudad Juárez. Nos siguen matando y la impunidad persiste, mientras los encargados de resguardar la integridad de los comunicadores siguen dando de qué hablar. Porque a pesar de los homicidios, el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, en lugar de abrir sus capacidades para prevenir homicidios regatea sus servicios en nombre de la austeridad financiera que deben reportar con la frialdad de los números, pero con los cadáveres de los periodistas sumándose en las calles. Este es un doble crimen…