Marcelo Ebrard, exsecretario de Relaciones Exteriores de México, detalló extensamente los motivos que lo llevaron a permanecer en el movimiento de la 4T (Cuarta Transformación). Su decisión, según reveló en una conferencia de prensa, fue el resultado de dos conversaciones cruciales con Claudia Sheinbaum, quien se perfila como la virtual candidata presidencial. Durante estas conversaciones, acordaron un “pacto político” que aborda las prácticas indebidas en el proceso interno de Morena y reconoce a Ebrard como la segunda fuerza dentro del partido.
Ebrard subrayó que su elección de no registrarse en Movimiento Ciudadano antes de conocer las decisiones de Morena se debió a la incertidumbre sobre el curso de las irregularidades en el partido. Enfatizó que la conversación con Sheinbaum fue determinante para su permanencia, y señaló que la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena respaldó estas conclusiones, marcando una derrota para la línea política de Mario Delgado, el dirigente nacional de Morena.
Cuando se le preguntó sobre la influencia de Sheinbaum en su decisión, Ebrard afirmó que ella es la coordinadora política del movimiento y que la respuesta de la comisión refleja la idea política de Sheinbaum. Aclaró que, a partir de ahora, su interlocutor principal es Claudia Sheinbaum, no Mario Delgado.
Ebrard también compartió su perspectiva sobre el futuro político, reafirmando su intención de buscar la presidencia de México en el próximo sexenio. En cuanto a la posibilidad de ocupar un cargo, como la senaduría, en el acuerdo original entre aspirantes a la candidatura, Ebrard indicó que Sheinbaum no le ha ofrecido ningún cargo por el momento. Sin embargo, insistió en que, si su grupo es reconocido como la segunda fuerza en Morena, deben ser tratados como tal.
El exsecretario destacó que el reconocimiento de su papel en Morena y la representación de quienes expresaron su apoyo es crucial. Aunque expresó críticas al proceso interno, consideró positivo que Morena reconozca las prácticas graves en contra de los estatutos y esté dispuesto a imponer sanciones.
En última instancia, Ebrard enfatizó la importancia de buscar un entendimiento y evitar la exclusión en el partido. Su decisión de permanecer en Morena se basa en la visión de construir un país donde la gobernanza se centre en reducir el antagonismo en lugar de fomentar el enfrentamiento constante. Con esto, reiteró su compromiso con el partido y su determinación de no cambiar de rumbo después de 24 años de trabajo político.