Prosa aprisa
Aunque no le concedieron el premio mayor, el gran ganador en el proceso interno de Morena para elegir candidato al gobierno del estado fue Manuel Huerta.
Hubo dos grandes perdedores: Eric Cisneros, exsecretario de Gobierno, y el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien lo alcahueteó y le permitió que hiciera lo que quisiera.
Hubo una ganadora-perdedora, Rocío Nahle, quien será la candidata, pero solo por la aplicación de la paridad de género, ya que no demostró arrastre y pasó de panzazo dejando los pelos en el alambre.
(Ayer, Gerardo Fernández Noroña dijo que Mario Delgado, el dirigente nacional de Morena, le confirmó que Manuel Huerta le ganó a Nahle. Noroña es el dirigente nacional del PT y vocero de la campaña de Claudia Sheinbaum.
“A nadie le gusta perder… En Veracruz me estaba comentando (no se acuerda) esteee (guarda silencio algunos segundos) Mario Delgado que Manuel Huerta Ladrón de Guevara ganó la de Morena (la encuesta principal) y creo una o dos espejo, porque yo le dije qué, qué fue, quedaron casi empatados, no, me dice, en realidad ganó Manuel…”. Dijo que la única mujer que ganó fue la de Morelos.
Noroña hizo el comentario en su programa “en vivo” que transmite por Facebook a usuarios que interactúan con él.)
Perdió la democracia, porque la candidatura de Morena fue producto de una imposición presidencial y no de una expresión mayoritaria del pueblo veracruzano. Lo mismo que hacía el PRI.
En el priismo hubieran dicho una frase acartonada que tenían para justificar sus triunfos pírricos, como el que obtuvo la zacatecana: ganó Veracruz, ¿pero, en este caso, ganó algo Veracruz?
Si no surge una oposición competitiva, Veracruz habrá perdido la hegemonía que tuvo a lo largo de su historia de que lo gobernara un veracruzano auténtico.
El proceso interno terminó, pero no su secuela. Aún está por verse si Morena ganó un candidato al Senado que se alzó por encima de todo, pero perdió a un militante contestatario, aunque de entrada demandó a Nahle que sean autocríticos.
Huerta remó contra la corriente
El exdelegado de bienestar no tuvo el apoyo del gobierno federal ni el del estado, remó contra la corriente, sometido al golpeteo del entonces secretario de Gobierno Eric Cisneros, su contrincante después, y de ahí su gran mérito.
A él no le llevaron miles de acarreados ni le pusieron la estructura estatal para hacerle propaganda, ni le pintaron bardas ni le colocaron espectaculares, ni le enviaron a imprimir miles de periodiquitos para promoverlo.
Todavía más: el cuitlahuismo pretendió sacarlo del camino en todo momento al grado que en el Consejo Estatal del 28 de septiembre se agandalló las cuatro propuestas que se debían presentar a la Comisión Nacional de Elecciones y lo dejó fuera.
En la Ciudad de México les enmendaron la plana y lo incluyeron para participar en la encuesta definitoria donde pasó sobre la propia Rocío Nahle y todo el cuitlahuismo, propinándoles una severa derrota.
No obstante todo lo anterior, terminó en un empate técnico con la zacatecana (16% contra 15.2%, una diferencia mínima de 8 décimas), pero el exdelegado de Bienestar la superó en otras variables.
Tuvo la mayor aprobación en cercanía con el pueblo, con 11.3%, el mayor porcentaje en conocimiento territorial del estado con un total de 11.8%, en lo que respecta al reconocimiento de la población obtuvo 32.7% contra 27.2% de Rocío, y en la pregunta de valoración de los aspirantes sobre qué tan honesto se consideraba a cada uno, resultó el mejor posicionado con 7 puntos de 10 posibles, mientras que Nahle, quien le siguió, obtuvo solo 3 puntos.
La derrota de Cisneros
El gran derrotado fue el exsecretario de Gobierno. El mismo aceptó que en la encuesta interna quedó en tercer lugar, aunque en las encuestas espejo en cuarto sitio, expresó que Huerta obtuvo el mayor porcentaje de aprobación y que Nahle quedó en segundo lugar. Las encuestas espejo las realizaron las firmas De las Heras y Mendoza y Blanco.
Si los gobiernos federal y estatal se volcaron en la promoción de Rocío Nahle, Cisneros abusó de su cargo para promoverse sin limitación alguna, incluso sin acatar indicaciones (órdenes) del propio presidente López Obrador, siempre solapado por el gobernador Cuitláhuac García.
Usó su cargo para obligar, bajo amenazas, a todos los que pudo para que se le sumaran y lo apoyaran. Un buen número de alcaldes terminó creyéndole que iba a ser el próximo gobernador y al final le dieron su respaldo en forma decidida, sin presión alguna, como el de Pánuco y toda su familia.
No se sabe de dónde sacó tanto dinero pero hizo un dispendio en su promoción pintando todas las bardas que pudo para promocionarse, organizando “rodadas”, llenando el estado de espectaculares, colocando lonas donde pudo, llenando de pistas de patinaje los fines de año las principales ciudades del estado, organizando festivales de “negritud”, pagando la edición y presentación de libros de su presunta autoría, pagando encuestas que lo ponían siempre en primer lugar, haciendo recorridos promocionales en motocicletas de lujo por todo el estado, y un largo etcétera.
Pero por si eso hubiera sido poco, fue más allá. Cada vez que pudo criticó el origen zacatecano de Rocío Nahle y remarcó el suyo, de auténtico veracruzano. En todo, el gobernador nunca lo paró, al contrario, siempre salió a tratar de justificarlo y fue obvio que estuvo de acuerdo en todo lo que hizo. Por eso, junto con Cisneros es el otro gran derrotado.
Una fuente cercana al círculo de Rocío Nahle dijo columnista que por eso ella está muy molesta con el gobernador.
Nahle, victoria pírrica
Finalmente, Rocío Nahle obtuvo la candidatura, pero quedó más que claro que no convence a la mayoría de los veracruzanos, lo que tendría su explicación en su origen zacatecano.
Con el apoyo abierto del presidente López Obrador en sus conferencias mañaneras y con el apoyo abierto del gobernador Cuitláhuac García, quien no escatimó un solo peso para tratar de impulsarla, era para que hubiera arrasado en las encuestas.
Solo en una de ellas apenas si obtuvo un empate técnico con Manuel Huerta, aunque Eric Cisneros afirmó que el exfuncionario federal la superó; y perdió en las demás variables. Las encuestas patito que pagaron para promocionarla la pusieron siempre en primer lugar y con un muy alto porcentaje de aceptación, que resultaba inalcanzable para los demás. A Manuel Huerta ni siquiera lo incluían en sus mediciones.
Así, por cuestión de género, solo por eso, es la candidata de Morena, pero una candidata muy débil a la que puede derrotar la oposición si se organiza. La encuesta interna de Morena se abrió a la población, no fue solo para la militancia guinda. Los veracruzanos no la aprobaron ni se cree que lo harán.
El resultado debió haber dejado preocupados al presidente y a la cúpula nacional de Morena, pues quedó demostrado también que el gobierno de Cuitláhuac no pudo sacarla adelante en forma holgada, de tal forma que no dejara dudas de su arrastre y popularidad. Tal vez por eso adentro se dice que ahora todo el peso de la defensa de “la transformación” se lo dejarán a Manuel Huerta, porque no confían en el cuitlahuismo.
Salvo pequeños grupos manejados desde áreas del gobierno del estado, que hicieron deslucidas celebraciones por la postulación, los veracruzanos en general, el pueblo de Veracruz no salió a las calles a festejar. Celebraron, en cambio, la derrota de Eric Cisneros.
Cómo vieron en los más importantes medios la candidatura
En dos medios de los más importantes de la Ciudad de México se publicaron reacciones a la postulación de Rocío Nahle. En la columna “Templo Mayor” del diario Reforma se dijo:
“NO ES por intrigar, pero el empate técnico en las encuestas morenistas en Veracruz dejó muy mal parada a Rocío Nahle.
A PESAR de la amplia difusión de su imagen con los videos semanales que se presentaban en la mañanera sobre la refinería de Dos Bocas y de ser una de las consentidas de Andrés Manuel López Obrador, apenas le alcanzó para ganarle a Manuel Huerta.
MAL PUNTO de arranque para la ex funcionaria que, sumado a la mala gestión del gobernador morenista Cuitláhuac García, deja abierta la puerta para que el bloque opositor encabezado por el PRI dispute seriamente una entidad en la que parecía imposible que el priismo volviera tras los años negros de Javier Duarte”.
Por su parte, en el diario El Universal, uno de los más leídos columnistas, Mario Maldonado, con acceso además a fuentes del Palacio Nacional, escribió:
“En Veracruz las encuestas estuvieron más cerradas de lo anticipado y se echó por tierra la supuesta ventaja abrumadora de la exsecretaria de Energía, Rocío Nahle, quien más bien fue superada en la mayoría de las mediciones por el delegado del Bienestar, Manuel Huerta. Al interior de Morena se dice que incluso Nahle salió abajo también del exsecretario de Gobierno, Eric Cisneros, pero le dieron una ‘ayudadita’, simple y sencillamente porque es la favorita del presidente López Obrador”.
En general, el comentario fue que la suerte de la zacatecana dependerá de lo que haga y logre en su campaña Manuel Huerta. El columnista cree haber percibido en la opinión pública que en forma indebida le dejan la responsabilidad del triunfo de Morena al exdelegado de Bienestar porque consideran que la señora por sí sola no le va a ganar a la oposición si se une.