El domingo, el Gobierno ucraniano reportó quince ataques enemigos en las últimas 24 horas en la región. El ejército ruso ha intensificado sus asaltos con el objetivo de rodear a las fuerzas ucranianas que resguardan el crucial bastión de Avdivka, una posición estratégica clave en el sur del Donbás. El resultado de esta batalla también podría influir en el éxito de la ofensiva ucraniana hacia el mar de Azov.
En declaraciones a la televisión, Mijailo Podoliak, asesor de la Presidencia ucraniana, comentó que los objetivos del enemigo son bastante rudimentarios y que el presidente ruso, Vladímir Putin, está desesperado por obtener algún tipo de resultado positivo después de inflar la situación en el frente durante un largo período.
La entrada oficial de Ucrania al horario de invierno ha traído consigo bajas temperaturas, caminos intransitables y desafíos logísticos para ambas partes en conflicto. Según fuentes mediáticas, seis brigadas motorizadas rusas altamente equipadas, respaldadas por aviación y artillería pesada, han estado participando en esta ofensiva desde hace tres semanas. Podoliak explicó que los ataques rusos se llevan a cabo frontalmente, con un intento de minimizar las pérdidas de equipo militar debido a su alto valor, a expensas de la vida humana.
El Estado Mayor ucraniano ha informado sobre quince ataques enemigos dirigidos a Avdivka en el transcurso de un día, pero los rusos aún deben avanzar considerablemente para bloquear el corredor de varios kilómetros que provee refuerzos y suministros a los defensores de la localidad. Los enfrentamientos son feroces en las zonas industriales al norte y sur de la ciudad, donde se encuentra una planta de coque y una cantera respectivamente.
Además de los informes de guerra ucranianos sobre los combates en Márinka, ubicada al sur de Donetsk, el Ejército de Tierra ha comunicado la destrucción de una columna de vehículos blindados rusos que se dirigían a Krasnogorovka, no lejos de Márinka. Podoliak agregó que la estrategia rusa apunta a avanzar uno o dos kilómetros, capturar localidades en las regiones de Donetsk y Lugansk para demostrar su capacidad de progreso y así presionar a Occidente para reducir la ayuda militar a Ucrania y forzar a Kiev a entablar negociaciones.