En un informe recientemente publicado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (ONU), se resaltó la preocupante situación en la Franja de Gaza, donde se registraron ataques aéreos por parte de Israel en las proximidades de tres hospitales, incluido el destacado Hospital de Shifa. Estos ataques, según el informe, afectaron también al Hospital Al Quds y al Hospital Indonesio, que albergaban a miles de pacientes y desplazados internos. La ONU señaló que se emitieron órdenes de evacuación repetidas a los diez hospitales aún en funcionamiento en la Ciudad de Gaza y en el norte, lo que planteó serias preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de los afectados.
En medio de esta preocupante situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamamiento para suspender las órdenes de evacuación, argumentando que evacuar a los pacientes en tales circunstancias podría poner en riesgo sus vidas. Además, se informó sobre el asalto de almacenes de ayuda humanitaria de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), lo que refleja un aumento de la inestabilidad en la región después de semanas de conflicto y asedio.
A pesar de los esfuerzos por brindar asistencia humanitaria, la situación sigue siendo precaria, con un acceso limitado a los suministros esenciales para la población afectada. Se mencionó que un total de 117 camiones con suministros médicos y humanitarios lograron ingresar en Gaza desde el 21 de octubre, pero las necesidades superan con creces la cantidad de suministros disponibles.
En cuanto a las cifras de víctimas, se reportó un número alarmante de palestinos fallecidos, con 302 víctimas en las últimas 24 horas y más de 8,000 personas fallecidas desde el inicio de las hostilidades, incluyendo un gran número de niños y mujeres. El informe detalló la devastación ocasionada por los ataques aéreos en áreas residenciales, con ejemplos específicos de incidentes trágicos como el bombardeo en Jabalia, que dejó a numerosas personas atrapadas bajo los escombros.
La ONU subrayó la difícil situación de los desplazados internos, que se ven obligados a desplazarse constantemente en busca de recursos básicos como agua y alimentos en un entorno de extrema precariedad y peligro constante.