El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, expresó su condena al tiroteo masivo en Maine, calificándolo de “sin sentido y trágico”. El incidente lamentable resultó en la pérdida de la vida de 18 personas. Además, el presidente hizo un llamado a los legisladores republicanos en el Congreso para que colaboren en la aprobación de un proyecto de ley que prohíba las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad.
En un comunicado, el presidente demócrata instó a los legisladores republicanos a cumplir con su deber de proteger a la población estadounidense y trabajar conjuntamente con la administración para abordar la problemática de la violencia armada. Para mostrar su respeto por las víctimas de este acto de violencia, Biden también ordenó que las banderas en la Casa Blanca y todos los edificios gubernamentales se izaran a media asta.
Este tiroteo en la pequeña ciudad de Lewiston se cataloga como el incidente más mortífero de tiroteo masivo en Estados Unidos en lo que va del año. La tragedia ha desencadenado una vez más el debate sobre el control de armas en el país y la necesidad de implementar medidas más estrictas para prevenir futuras tragedias similares.