Columnistas

Escenario Electoral Veracruzano en 2010

Por Alfredo Bielma Villanueva

La elección para gobernador veracruzano en 2010 se caracterizó por el extraordinario derroche del recurso público a favor del candidato de la Coalición Veracruz para Adelante (PRI- Verde Ecologista, Partido Revolucionario Veracruzano y la Asociación Política Vía Veracruzana), Javier Duarte de Ochoa, llevando como jefe de campaña al gobernador Fidel Herrera (“si Tronco pide 8 millones dénselos”) un operador electoral de muchas luces. Como casi siempre las encuestas sirven solo para despistar al adversario y confundir al electorado, y no fue la excepción en sese periodo porque daban a Duarte una ventaja de 44. 8 por ciento, muy por encima del 21.1 de Yunes Linares y del 6.2 de Dante Delgado. Pero según el reporte de Carolina Viveros, Consejera Presidenta del IEV, remitido al Tribunal Electoral del Poder Judicial del Estado para su calificación, Duarte quedó en primer lugar con un millón 392 mil 386 votos (43.29% de la votación), Miguel Ángel Yunes Linares, de Viva Veracruz (PAN y Nueva Alianza), obtuvo un millón 306 mil 811 sufragios (40.63% los sufragios) aunque el Tribunal lo bajó al millón 278,147 sufragios, en tanto que la coalición para Cambiar Veracruz (Convergencia-PRD-PT) que abanderó a Dante Delgado, alcanzó 419,700 sufragios (13.49%). En esa elección la Coalición priista también alcanzó mayoría de votos en las elecciones de ayuntamientos y diputados. En diputados de mayoría relativa ganó 20 de los 30 distritos (66.67%), la coalición Viva Veracruz siete distritos (23.33%) por ciento y en solitario el PAN ganó tres distritos (10%).

Si se revisan esas cifras es posible advertir el estrecho margen de votación entre Duarte y Yunes Linares, también la pírrica cantidad de sufragios a favor del exgobernador Dante Delgado. Obviamente, destaca de inmediato un hipotético y diferente resultado en caso de haber ido en alianza el PAN con Convergencia, pues sumados sus respectivos resultados hubieran superado al PRI pese a competir en condiciones de una elección de estado. Obviamente allí se comprueba el determinante influjo de las circunstancias pues en esos tiempos, a diferencia de ahora, el PRI, el PAN y el PRD eran agua y aceite. La votación total fue de 3 millones 144 mil votos, o sea, una participación del 59.9 por ciento del padrón electoral. Dante Delgado contaba con el respaldo de López Obrador, quien lo destapó como candidato el 31 de enero de 2010, y a su vez se proclamó aspirante a la presidencia de la república “si la oligarquía y la mafia que gobierna no ha conseguido destruirme, nuevamente volveremos a ganar en el 2012”. Aunque Dante Delgado anunció su participación el 9 de febrero durante su visita al periódico Imagen, su decisión de competir, dijo, era en base a “un consenso ciudadano realizado a lo largo y ancho de Veracruz”. Hoy todo es diferente, el PRD es partido en extinción, obligado a establecer alianzas con el PAN y el PRI, y, por su parte, estos últimos ahora celebran alianzas no por coincidencias ideológicas y de altura de miras sino porque los unifica un adversario común objetivado en Morena, el partido del gobierno cuyos recursos y apoyos presidenciales lo hacen aparentemente invencible; tal cual lo parecía el PRI en sus mejores tiempos, lo cual demuestra que en política no hay adversario pequeño, y lo que hoy es mañana no.