El miércoles, el presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk, reveló sus dudas sobre el establecimiento de una fábrica en México, citando la evaluación de las perspectivas económicas globales y la preocupación por las altas tasas de interés.
La compañía de vehículos eléctricos de Musk, Tesla, había anunciado en marzo su intención de construir una gran planta en el estado de Nuevo León, en el norte de México. Sin embargo, durante una conferencia telefónica con analistas, Musk expresó su precaución, manifestando que deseaba tener una visión más clara de la dirección que tomaría la economía global antes de proceder con la construcción en México.
El líder de Tesla planteó su preocupación de que las altas tasas de interés podrían dificultar que las personas adquieran automóviles, lo que impactaría la demanda. Aunque la compañía ha mantenido la demanda a través de reducciones de precios, Musk destacó la posibilidad de que el aumento de las tasas de interés afecte la accesibilidad de los vehículos.
Las declaraciones de Musk contrastaron con las expectativas generadas por funcionarios de Nuevo León, quienes habían indicado previamente que Musk había urgido a acelerar la puesta en marcha de la fábrica. Emmanuel Loo, subsecretario de Inversión en la Secretaría de Economía estatal, señaló que las autoridades locales estaban haciendo todo lo posible para agilizar los trámites y facilitar la construcción de la fábrica de Tesla en la región. El gobernador de Nuevo León, Samuel García, también había anunciado la instalación de dos proveedores de Tesla en la región horas antes de las declaraciones de Musk.