En respuesta a las protestas y acciones legales anunciadas por la oposición tras la eliminación de 13 fideicomisos en el Legislativo, el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó la defensa de los privilegios de ministros, magistrados y jueces como un “pecado social y una vergüenza”. Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, destacó la injusticia de respaldar a aquellos que disfrutan de múltiples atenciones y privilegios mientras el resto de la población enfrenta dificultades.
El presidente señaló que los intentos de impugnación podrían convertir al Poder Judicial en juez y parte, cuestionando la viabilidad de que un poder independiente invalide la decisión de otro poder autónomo. Expresó su preocupación de que los legisladores de la oposición estén planeando presentar recursos para declarar inconstitucional la cancelación de los fideicomisos, a pesar de la votación mayoritaria a favor de la medida en el Legislativo.
López Obrador destacó la magnitud de los fondos en cuestión, sugiriendo alternativas como destinarlos a becas para niños desfavorecidos o distribuirlos equitativamente entre las entidades del país para proyectos de infraestructura. Subrayó las diferencias salariales, comparando los ingresos de un ministro de la Corte con el salario promedio de un trabajador inscrito en el IMSS, y cuestionó la justificación de los privilegios y altas remuneraciones en el Poder Judicial.
El presidente concluyó su discurso subrayando la importancia de abordar las disparidades salariales y de privilegios, llamando a una revisión exhaustiva de las prácticas en el Poder Judicial y una evaluación de su alineación con los principios de justicia social.