Una intensa tormenta azotó la ciudad de Puerto Vallarta el pasado jueves, desencadenando una serie de inundaciones y caos generalizado en distintas áreas. Las precipitaciones intensas provocaron el desbordamiento de numerosos canales y arroyos, ocasionando que el agua alcanzara niveles peligrosos en diversas zonas residenciales y comerciales. Las autoridades locales emitieron un llamado urgente a la población para que extremara las precauciones y evitara cruzar los arroyos y cursos de agua, con el fin de prevenir posibles accidentes y preservar la integridad de los habitantes.
Una de las zonas más afectadas fue Las Glorias, donde numerosos vehículos, incluidos camiones urbanos, quedaron atrapados y arrastrados por la corriente, generando una situación crítica y caótica. Asimismo, se reportaron graves inundaciones en la esquina de Francia y Medina Ascencio, así como en las calles aledañas, lo que paralizó gran parte de la ciudad y complicó considerablemente la movilidad de los residentes y transeúntes.
Otro escenario preocupante se presentó en la Secundaria Técnica Número 3, donde cientos de estudiantes se vieron obligados a resguardarse en el segundo piso del edificio debido a la magnitud de la tormenta. A pesar de la gravedad de la situación, se informó que los estudiantes se encontraban a salvo y en buenas condiciones. Sin embargo, la situación continuó siendo crítica en otras áreas de la ciudad, con informes de derrumbes, arrastres de vehículos y personas desaparecidas.
En la colonia Gaviotas, el desbordamiento del canal del Libramiento provocó serios daños en la zona, poniendo en riesgo la estabilidad de varias viviendas. La evacuación de los residentes afectados se llevó a cabo de manera preventiva, con la asistencia de las autoridades locales y equipos de rescate. Por otro lado, en la colonia San Esteban, al menos 20 viviendas estuvieron en peligro inminente de colapso, lo que obligó a las autoridades a realizar evacuaciones adicionales para garantizar la seguridad de los residentes.
La situación general de la ciudad se vio afectada de manera significativa, con graves inundaciones en varias vías principales, convirtiendo las calles en canales temporales y generando un tráfico detenido y dificultades considerables en la movilidad de la población. Las autoridades locales y los servicios de emergencia se encontraban en alerta máxima, desplegando esfuerzos coordinados para atender la emergencia y brindar asistencia a los afectados en diferentes áreas de la ciudad.
Se instó a la población a mantenerse informada a través de fuentes oficiales y seguir las instrucciones emitidas por las autoridades locales para garantizar la seguridad de todos los residentes. Las labores de rescate y atención a la emergencia continuaban activas en diversas zonas, mientras se esperaba que las lluvias persistieran durante las próximas horas.