Columnistas

Dialogo entre un “convencido” y un opositor

Por Alfredo Bielma Villanueva

¿Quién tiene la razón? Es pregunta obligada cuando se establece la interlocución entre uno de los firmes seguidores de López Obrador a quienes vox populi califica de “chairos” y un opositor al gobierno federal en turno, esa interrelación se asemeja a un diálogo entre sordos pues a los señalamientos de uno deviene una respuesta emanada principalmente de cuanto se escucha en las mañaneras del Palacio Nacional; ciertamente se antoja difícil un entendimiento cuando a un pensamiento se opone un sentimiento. La siguiente es la réplica de una charla entre mexicanos de pensamientos y sentimientos encontrados, “opositor: “en las mañaneras se dicen muchas inexactitudes, y peor, mientras el país está sumergido en una ola de inseguridad y crímenes sangrientos, en la mañanera se entretienen con temas relativos a lo electoral”; respuesta: “antes estaba peor, pero los medios no lo publicaban, callaban los crímenes que se cometían”. Opositor: no es cierto, y caso de ejemplo fue la noticia de la masacre en San Fernando, por cuya difusión todo México se enteró del lamentable suceso. Chairo: “ya no hay gasolinazos como antes, ahora se mantienen los precios de las gasolinas”; opositor: ¿y no que iba a bajar el precio de la gasolina a 10 pesos? La respuesta asume un ataque de amnesia y contraataca alegando que con la construcción de la refinería de Dos Bocas habrá mucho combustible de sobra, “pues ya está produciendo”. No es cierto, asegura el opositor, esa refinería aun no produce gasolina para mover automóviles y eso que ya fue inaugurada en julio del año pasado; igualmente, ataque de amnesia, y se niega que en 2022 se haya inaugurado. Viene el contrataque: “pues allí en Xalapa van a tener una gobernadora el próximo año y será Rocío Nahle”, respuesta: “eso aún está por verse hasta, que la ciudadanía decida; “pues ella será la gobernadora, quiéranlo o no”.  El diálogo se torna áspero y para cortarlo el opositor pregunta acerca de un familiar de su interlocutora que radica en el sur veracruzano, “está en Coahuila trabajando, adonde se hubiera ido hace tiempo como le decía su hermano porque allá sí hay trabajo”, entonces, para concluir el coloquio el opositor le expresó: si, allá sí hay trabajo porque en el sur, pese a la construcción de la refinería de Dos Bocas, es difícil encontrar ocupación. Un silencio cortante fue la respuesta.

En política las divergencias son un lugar común, de allí la recomendación de que para llevar la fiesta en paz no debe discutirse ni de religión ni de política porque son temas sobre los cuales es difícil ponerse de acuerdo. Esa sugerencia cobra especial actualidad en tiempos de polarización política, porque incluso a la clase política le interesa una menor participación ciudadana en los asuntos relativos a la cosa pública porque los considera un coto exclusivo de su competencia. Pero nada es tan relevante como la participación ciudadana en los asuntos públicos, porque es conveniente la intervención ciudadana para no dejarle a los políticos de cualquier signo partidista el camino libre en temas que interesan a la colectividad, tal es la causa por la que estamos como estamos, por la indiferencia ciudadana esa clase política abusa de sus funciones, ya es hora de ponerle un hasta aquí si realmente deseamos un cambio.