Tan solo diez días después de que se hiciera público el informe de las Naciones Unidas que destacaba un histórico aumento en los cultivos de coca, lo que nuevamente colocó a Colombia como el principal exportador mundial de cocaína, una delegación de alto nivel de Estados Unidos llegó a Bogotá para sostener conversaciones con funcionarios colombianos en el Grupo de Trabajo Antinarcóticos.
Este Grupo de Trabajo, establecido en Washington en 2019, tiene como objetivo supervisar todas las cuestiones relacionadas con el complicado asunto de los cultivos, la producción y el tráfico de drogas, un tema que ha sido central en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos desde la década de 1980.
Durante la apertura de las discusiones del Grupo de Trabajo, la viceministra de asuntos multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, Elizabeth Taylor Jay, presentó los principios generales de la estrategia del país para la próxima década, que lleva por título “Sembrando vida, desterramos el narcotráfico”.
En sintonía con la posición del presidente Gustavo Petro, quien ha argumentado en foros internacionales que la llamada “guerra contra las drogas” ha fracasado y que es imperativo explorar nuevos enfoques, la vicecanciller cuestionó los “métodos tradicionales” empleados para abordar este problema: “Los resultados no han proporcionado la respuesta completa que nuestra sociedad demanda”, señaló.