La investigación sobre el trágico feminicidio de Ana María Serrano Céspedes, de 18 años, en su residencia en el Estado de México, parece estar arrojando luz sobre los detalles del caso. Según la Fiscalía estatal, la autopsia ha confirmado que la joven fue asesinada por asfixia, lo que descarta la teoría inicial de un suicidio.
El presunto feminicida, Alán Gil Romero, de la misma edad que la víctima y su expareja, ya se encuentra en prisión preventiva en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla. La investigación ha revelado que Gil Romero visitó la casa de la víctima al menos en tres ocasiones el día del asesinato, según registros de seguridad y entrevistas con testigos.
La primera visita se registró a las 3:55 de la madrugada cuando Gil Romero llegó en un vehículo Kia Forte gris sin matrícula, con el rostro cubierto con un cubrebocas negro y una gorra azul marino para ocultar su identidad. Sin embargo, no se disponen de detalles adicionales sobre esta visita.
Horas después, a las 13:00, Gil Romero regresó conduciendo el mismo vehículo, esta vez con una matrícula. Llamó a la residencia de Serrano Céspedes y habló con la trabajadora del hogar, quien le informó que la joven no estaba en casa. Gil Romero mencionó que regresaría más tarde para dejarle un regalo.
La última visita ocurrió a las 18:00, hora en que los peritos estiman que ocurrió el asesinato de la adolescente. En esta ocasión, Serrano Céspedes estaba sola en casa. Gil Romero presuntamente ingresó al inmueble y la asfixió hasta causarle la muerte, después huyó de la escena del crimen en el Kia, ocultando su rostro con una máscara.
El intento de Gil Romero de hacer pasar el feminicidio por un suicidio incluyó enviar un mensaje de despedida a la madre de la víctima desde el teléfono móvil de la joven. Sin embargo, tanto el contenido del mensaje como la forma en que estaba escrito levantaron sospechas entre la familia. Los padres de la joven alertaron a un vecino, quien encontró el cadáver de Serrano Céspedes y notificó a la policía.
El caso ha generado interés internacional debido a que Ana María Serrano Céspedes es sobrina del exministro de Hacienda y Comercio de Colombia, José Manuel Restrepo. La joven había comenzado su carrera de Medicina en julio en la Universidad Panamericana de Ciudad de México y, según su madre, tenía un futuro brillante por delante. El presunto feminicida y Serrano Céspedes se conocían desde hace años debido a su tiempo en el mismo colegio en Ciudad de México, y su relación previa había terminado en junio, lo que dio lugar a un comportamiento acosador por parte de Gil Romero en las semanas previas al asesinato.