La comunidad internacional ha emitido un llamado urgente a Azerbaiyán para que detenga sus operaciones militares en la región de Nagorno Karabaj, un territorio azerbaiyano con una mayoría de población armenia. Esta solicitud ha sido expresada tanto por la Unión Europea y algunos de sus países miembros, como Francia y Alemania, además de Rusia, que mantiene fuerzas de paz en la zona. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, fue uno de los primeros en hacer este llamado.
La ministra de Asuntos Exteriores de Francia, Catherine Colonna, calificó el ataque como “ilegal, injustificable e inaceptable” y responsabilizó a Azerbaiyán por el destino de los armenios en Nagorno Karabaj. La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, desde Nueva York, enfatizó la necesidad de que Azerbaiyán cese de inmediato sus bombardeos y regrese a la mesa de negociaciones, destacando que solo a través de estas conversaciones se puede lograr una paz duradera entre Azerbaiyán y Armenia.
El Kremlin expresó su preocupación por la escalada de violencia y llamó a ambas partes, Ereván y Bakú, a retomar las negociaciones y evitar más pérdidas humanas. También se instó a las tropas de paz rusas desplegadas en Nagorno Karabaj a tomar medidas para poner fin a la agresión de Azerbaiyán, que Armenia ha calificado como una “política de limpieza étnica” en este territorio, poblado mayoritariamente por armenios.
Mientras tanto, el ejército separatista del enclave informó que la intensidad de los enfrentamientos a lo largo de la línea de contacto con las fuerzas azerbaiyanas se ha reducido significativamente, aunque los llamados a detener el ataque persisten en la comunidad internacional.