En la cumbre G77+China celebrada en La Habana, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo un llamado a la unidad entre los países miembros y destacó la importancia de que estos defiendan sus intereses en el contexto de desafíos globales como la tecnología digital y la transición climática. Durante su discurso, Lula da Silva subrayó que la gobernanza global todavía presenta asimetrías significativas, y señaló la pérdida de credibilidad de instituciones internacionales clave como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el sistema de Bretton Woods y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El expresidente brasileño instó a los países del G77+China a no dividirse y a unirse en la promoción de sus demandas en un mundo que está experimentando la cuarta revolución industrial. Esta revolución abarca avances en tecnología digital, inteligencia artificial y biotecnología. Lula da Silva enfatizó que estos cambios no deben ser dominados por un grupo reducido de economías ricas y que no deberían perpetuar una relación de dependencia entre las naciones centrales y periféricas.
Además, Lula da Silva reconoció que la “revolución digital” y la “transición energética” son dos transformaciones fundamentales que están en marcha y que requieren una atención especial. Hizo hincapié en que, aunque la emergencia climática plantea nuevos desafíos, también ofrece oportunidades para un desarrollo más sostenible y equitativo.
La cumbre del G77+China, que cuenta con la participación de más de cien países de Asia, África y América Latina, tiene como tema central el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en el desarrollo. En el evento, asisten una treintena de jefes de Estado y de gobierno, incluyendo líderes como el presidente de Argentina, Alberto Fernández, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y otros dignatarios de países como Angola, Ruanda, Catar y Palestina. También se encuentra presente el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
En su discurso inaugural, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, que ostenta la presidencia rotativa del grupo, hizo un llamado a cambiar las reglas del juego económico internacional, que considera hostiles al progreso de los países del Sur. Varios oradores en la cumbre destacaron las desigualdades globales agravadas por la pandemia de COVID-19 y la necesidad de abordar la reducción de la deuda de los países más pobres para financiar la transición climática.