En su penúltima celebración del Grito de Independencia, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, excluyó deliberadamente a la presidenta de la Suprema Corte, la ministra Norma Piña, debido a las tensiones entre su Gobierno y el Poder Judicial. López Obrador encabezó la ceremonia en el balcón de Palacio Nacional, acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez, y su gabinete.
En su discurso, López Obrador rindió homenaje a los héroes de la independencia mexicana, como Hidalgo, Morelos, Ortiz de Domínguez y Vicario. También enfatizó valores como la libertad, la igualdad, la justicia, la democracia y la soberanía. Además, instó a combatir la corrupción, la avaricia, el racismo y la discriminación, promoviendo en su lugar el amor, en línea con su enfoque político que él llama “Humanismo mexicano”.
El próximo año, durante su último año en el cargo, México elegirá un nuevo presidente, y es probable que la contienda electoral se dispute entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, lo que podría resultar en la primera presidenta mujer en la historia de México.
López Obrador también reconoció a “los héroes anónimos”, a los migrantes, a los pueblos indígenas y a la riqueza cultural de México. La celebración se llevó a cabo en el Zócalo, con la participación del Grupo Frontera para amenizar el evento, que culminó con el repique de la campana de Dolores, la misma que Hidalgo hizo sonar hace más de dos siglos para iniciar la insurrección.
En sus últimos años de gobierno, López Obrador ha dejado su huella en los eventos oficiales y ha promovido una reforma constitucional para permitir la elección directa de los ministros de la Corte por parte de la ciudadanía, en lugar de su nombramiento actual. El discurso del presidente fue recibido con aplausos y gritos de apoyo del público presente en el Zócalo, y posteriormente, él y su esposa se retiraron al interior de Palacio Nacional.