En una sesión especial del Congreso mexicano, se llevaron a cabo exhibiciones de cuerpos fosilizados que se afirma no pertenecen a seres humanos. Estos especímenes, presentados en vitrinas de cristal por el periodista y científico experto en ovnis, Jaime Maussan, se supone que tienen una antigüedad de mil años.
Bajo juramento, Maussan declaró que estos cuerpos no tienen relación con la evolución de la vida en nuestro mundo ni provienen de desechos de ovnis, sino que fueron descubiertos fosilizados en una mina de musgo diatomeo.
Según Maussan, las muestras fueron sometidas a análisis por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y científicos que obtuvieron muestras de ADN aplicaron pruebas de radiocarbono para determinar su antigüedad.
A pesar de estos intensivos exámenes, se encontró que los fósiles estaban cubiertos por una capa de arena.
Maussan enfatizó la idea de que no estamos solos en el vasto universo y que la sociedad tiene el derecho de conocer más sobre seres no humanos y tecnologías relacionadas.
En esta sesión, Maussan estuvo acompañado por el ex piloto estadounidense Ryan Graves y Avi Loeb, profesor de astrofísica de la Universidad de Harvard. Graves también presentó pruebas similares en una audiencia previa celebrada en el Congreso estadounidense.
Actualmente, en los ámbitos científicos y políticos, existe un consenso general de que existen fenómenos inusuales que no pueden ser identificados, aunque persisten profundas discrepancias sobre su origen.