Los gobiernos de México y Colombia están unidos en su esfuerzo por cambiar el paradigma en la lucha contra las drogas y el narcotráfico. El presidente colombiano, Gustavo Petro, afirmó que América Latina ha sido víctima, no victimaria, de la ineficaz política de guerra contra las drogas, que ha resultado en un millón de muertes en la región durante cinco décadas. Además, más de 10 millones de personas en Estados Unidos, en su mayoría afrodescendientes y latinos, han sido detenidas por delitos relacionados con las drogas.
Ambos líderes coincidieron en que América Latina debe alzar la voz y desafiar los discursos oficiales promovidos por el poder mundial, particularmente desde Washington, que han impulsado esta estrategia destructiva y causado una crisis sangrienta en la región.
Durante la gira de trabajo del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por Sudamérica, él y su homólogo colombiano cerraron los trabajos de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas. En este evento, expertos, científicos, campesinos y representantes de 19 países debatieron alternativas a la actual política antidrogas.
Ambos líderes acordaron innovar en sus estrategias institucionales para abordar el problema de las drogas desde una perspectiva no militarista, centrándose en las causas subyacentes, políticas sociales, cuidado del medio ambiente y la reducción de la demanda en lugar de la oferta.
Destacaron que la “guerra contra las drogas” ha fracasado y que es necesario abordar las causas fundamentales del consumo, como la falta de amor, el deterioro de los valores familiares y la cultura del consumismo materialista e individualista. También instaron a actuar con humanismo y enfrentar la crisis del consumo de fentanilo en Estados Unidos, que ha cobrado la vida de casi 100,000 jóvenes cada año.
Finalmente, recordaron figuras históricas que unen a ambas naciones, como el presidente colombiano José María Dionisio Melo y Ortiz y el aclamado escritor Gabriel García Márquez, quien consideró a México su segunda patria.