Columnistas

Claudia y sus operadores veracruzanos

Por Luis Ramírez Baqueiro

Astrolabio Político

“Con la paciencia y la tranquilidad se logra todo…y algo más.”
– Benjamín Franklin.

Finalmente, el telón de la 4T se ha corrido, y en el centro del escenario ha quedado la vencedora del proceso interno de Morena y aliados en la persona de Claudia Sheinbaum Pardo.

Viene ahora el proceso de reconciliación que el mismo método diseñado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, deberá tener para garantizar la unidad del movimiento tras un ríspido final.

El berrinche del ex canciller Marcelo Ebrard Casaubón al no verse favorecido por el resultado de las encuestas, abriendo con el mismo la ruta de la especulación sobre el verdadero mecanismo de selección del candidato, que en este mismo espacio denominamos la “dedocracia” queda flotando en el aire.

Pero independientemente de este escenario que habrá de ser resuelto muy seguramente por el presidente Andrés Manuel López Obrador, erigido en coordinador de campaña de la misma Claudia Sheinbaum, el tema real es valorar cómo y de qué forma consiguió el respaldo de los ciudadanos que le llevarán a ser candidata a la presidencia de México.

Es de resaltar que en ese esfuerzo Veracruz jugó un papel fundamental al ser el cuarto padrón electoral de mayor relevancia a nivel nacional, solo detrás de la Ciudad de México, Estado de México y Jalisco.

Para ello, la apuesta de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México en la entidad fue la correcta, acercándose de primera mano en la persona del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien a su vez entregó su capital político y operativo para tan importante cruzada.

De igual manera, la cercanía e identidad con la secretaría de Energía, Rocío Nahle García fueron factores fundamentales para que al equipo operativo de Sheinbaum Pardo llegarán los personajes idóneos que le garantizaron alzarse con el triunfo sobre sus cinco compañeros disputantes.

En Morena Veracruz lamentablemente dos corrientes de políticas se han hecho manifiestas, por un lado, aquella que prefiere el diálogo, la empatía, la concordia para la construcción de acuerdos y el desarrollo de una política de puertas abiertas.

Y otra que ha sido marcada por el capricho, la amenaza, la violencia política, la división, la construcción de falsedades al grado de exterminar a los de casa, como a los opositores, todos mal encausados en el disfraz de cacique defensor de la negritud.

Así mientras personajes como Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política, se encargó de tender puentes con todos los legisladores locales, y con los alcaldes –que sin temor a las amenazas- arroparon el proyecto Sheinbaum-Nahle, es que hoy Morena tiene a su próxima candidata a la presidencia de México.

Aquellos que mal entendieron la política conciliadora del movimiento que encabeza el presidente López Obrador, habrán de comenzar a tener una especie de terror nocturno que los invadirá poco a poco conforme los tiempos para la sucesión se lleguen, sabedores, que las consecuencias de sus intentos por descarrilar ambos proyectos se habrán de pagar muy caros.

Así que seguramente por más maromas que el chango de, la pista para el próximo circo político estará cerrada para ellos, con la sentencia de que habrán de ir castigados a la mazmorra de castigo o definitivamente a la sala de sacrificio.

Aquellos que en su momento apostaron sin temor a ambos proyectos habrán de estar en las propuestas que el partido presentará para los cargos de elección popular, e inclusive formarán parte del gabinete federal y estatal.

Nombres como el de Zenyanzen Escobar García, José Luis Lima Franco, Eleazar Guerrero Pérez, Dorenhy García Cayetano, Guadalupe Osorno Maldonado, serán algunos de los convidados a continuar en el proyecto, claro habrá seguramente muchos más, pero especialmente estos que formaron parte del círculo cercano al mismo gobernador Cuitláhuac García.

Un detalle nada más que no debemos olvidar, cuando Claudia Sheinbaum inició su recorrido por la coordinación Nacional de la Defensa de los Comités de la 4T, el primer acto real que realizó bajándose del avión para trasladarse a Oaxaca donde oficialmente inició el recorrido fue un desayuno con legisladores locales veracruzanos, quienes en un ejercicio de camaradería la arroparon y le brindaron en corto todo su respaldo.

El responsable de esta hazaña fue nada más y nada menos que el originario de Hueyapan de Ocampo, Juan Javier Gómez Cazarín, quien demostró ser el operador político de lujo que tiene Cuitláhuac García y Rocío Nahle para los procesos por venir.

Y como refilón, el pasado 1 de septiembre, Gómez Cazarín fue de los pocos invitados acompañar al mismo presidente Andrés Manuel López Obrador en su V Informe de Labores en Campeche, hasta donde las redes políticas del hueyapeño están tendidas, lo que lo convierte en un referente nacional para Morena.

Al tiempo.

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