Internacional

Militares llevan a cabo un golpe de Estado en Gabón

  • Colocan al presidente en arresto domiciliario

En Gabón, un país de África central conocido por su riqueza petrolera, la familia Bongo ha estado al mando durante más de 55 años. Sin embargo, recientemente, se llevaron a cabo elecciones en las que Ali Bongo obtuvo un tercer mandato, extendiendo su ya largo tiempo en el poder.

Sin embargo, el miércoles, un grupo de militares sorprendentemente anunció que habían “poniendo fin al régimen actual” en Gabón y habían puesto bajo arresto domiciliario al presidente Ali Bongo Ondimba. Esta decisión se tomó poco después de que las autoridades electorales proclamaran su reelección, la cual se había producido después de 14 años en el poder.

Este cambio de poder también involucró la detención de varios individuos cercanos al régimen, incluyendo al hijo de Ali Bongo, Noureddin Bongo Valentin, detenido por cargos de “alta traición”. Además, se arrestaron altos funcionarios del gobierno, consejeros presidenciales y líderes clave del Partido Democrático Gabonés (PDG), el partido político dominante en el país. El general Brice Oligui Nguema, quien lideraba la guardia presidencial, fue escoltado por cientos de soldados en un gesto triunfal, según se vio en imágenes transmitidas por televisión.

La comunidad internacional respondió rápidamente al golpe de Estado en Gabón. China pidió garantías para la seguridad de Ali Bongo, mientras que Francia, la antigua potencia colonial, condenó enérgicamente la acción militar en curso. Rusia también expresó su preocupación por la situación.

La sorpresa se intensificó cuando, después de que las autoridades anunciaran oficialmente la victoria de Bongo en las elecciones del sábado con el 64.27% de los votos, doce militares tomaron la televisión para declarar la disolución de las instituciones estatales. En su comunicado, los militares declararon la anulación de las elecciones del sábado y la disolución de “todas las instituciones” del país, ubicado en la región centro-oeste de África.

Advirtiendo sobre un posible “deterioro continuo de la cohesión social” que podría desembocar en el caos, los militares anunciaron su intención de “preservar la paz al poner fin al régimen actual”. Anunciaron que las elecciones del 26 de agosto y sus resultados fueron anulados, y que todas las instituciones republicanas, incluyendo el gobierno, el Senado, la Asamblea Nacional y el Tribunal Constitucional, habían sido disueltas.

Los militares, que afirmaban hablar en nombre de un “Comité para la Transición y Restauración de las Instituciones”, también declararon el cierre temporal de las fronteras del país y llamaron a la población a mantener la calma y reafirmar el compromiso de Gabón con la comunidad internacional. En su mensaje, denunciaron la “gobernanza irresponsable e imprevisible”.

La declaración de los militares estuvo acompañada por disparos de armas automáticas en la capital, Libreville, según informaron periodistas. Durante la mañana, las calles de la ciudad estaban desiertas.

Cabe mencionar que Ali Bongo buscaba un tercer mandato en las elecciones del sábado, las cuales abarcaban tanto la presidencia como los cargos legislativos y municipales. Según el Centro Gabonés de Elecciones (CGE), el principal rival de Bongo, Albert Ondo Ossa, obtuvo el 30.77% de los votos.

Ondo había denunciado “fraudes orquestados por el bando de Bongo” dos horas antes del cierre de las urnas, declarándose a sí mismo como vencedor. Es importante señalar que la elección tuvo lugar sin la presencia de observadores internacionales.

Ondo, de 69 años, había sido elegido solo ocho días antes de las elecciones por la coalición opositora Alternance 2023, tras una lucha intensa entre seis candidatos. A pesar del tiempo limitado, Ondo, un profesor de Economía en la Universidad de Libreville y exministro bajo el gobierno de Omar Bongo, llevó a cabo una breve campaña.

Los resultados oficiales de la votación fueron transmitidos por la televisión estatal a las 03:30 de la madrugada, sin previo aviso. El anuncio se produjo durante un toque de queda y con el acceso a Internet bloqueado en todo el país, medidas impuestas por el gobierno antes del cierre de las urnas para prevenir la difusión de “noticias falsas” y posibles actos violentos. Horas después del anuncio militar, se restableció el acceso a Internet.