El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, junto con la vicepresidenta Kamala Harris, tiene previsto encontrarse el próximo lunes con la familia del reverendo Martin Luther King Jr. para conmemorar el sexagésimo aniversario de la histórica Marcha en Washington.
A pesar de las seis décadas transcurridas desde entonces, el país sigue dividido por la desigualdad racial y el sueño de igualdad y justicia del reverendo Martin Luther King Jr. aún no se ha realizado por completo. Bajo este contexto, miles de personas volvieron a marchar este sábado en el National Mall de Washington en una marcha antirracista.
El sueño al que se hace referencia es el del discurso “Tengo un sueño” de Martin Luther King, un hito que se cumple en su sexagésimo aniversario. Aunque han pasado años desde ese discurso icónico, el movimiento por los derechos civiles aún se enfrenta al racismo sistémico y a la brutalidad policial. Bernice King, hija de Martin Luther King, sostiene que esta lucha persistente es una necesidad continua y que la libertad no es algo que se gane definitivamente, sino que debe ser defendida en cada generación.
Durante la manifestación, los participantes expresaron críticas hacia las tácticas en varios estados republicanos que parecen dirigidas a dificultar la votación de minorías, ya sea restringiendo el voto por correo o rediseñando los distritos electorales para disminuir la influencia de áreas con mayoría de población afroamericana.
La marcha también arremetió contra la amenaza del supremacismo blanco y la violencia policial que afecta a la comunidad afroamericana, especialmente después del asesinato de George Floyd por parte de oficiales de policía blancos hace tres años. Este trágico incidente desencadenó algunas de las mayores protestas por igualdad racial en décadas.
Además de estos temas, se hicieron llamados para combatir la pobreza, que afecta de manera desproporcionada a la población afroamericana, y se reivindicaron los derechos de los migrantes y de la comunidad LGTBI.
La manifestación comenzó con discursos de activistas y políticos en las escalinatas del Monumento a Abraham Lincoln, el mismo lugar donde en 1963 se congregaron 250,000 personas en una de las manifestaciones más significativas y grandes en la historia de Estados Unidos, demandando justicia y equidad racial.
La Marcha en Washington en 1963 marcó el centenario de la Emancipación de Proclamación de Abraham Lincoln en 1863, cuando anunció la liberación de los esclavos en los estados rebeldes contra Washington. Aunque conmemoró un hito importante, esta marcha también resaltó la persistente necesidad de avanzar en materia de derechos civiles.
Para conmemorar el sexagésimo aniversario de la histórica Marcha en Washington, el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris se reunirán con la familia del reverendo Martin Luther King Jr. el próximo lunes.