Los líderes de los países BRICS se han reunido en Sudáfrica para una cumbre de tres días con el objetivo de desafiar la influencia dominante de las naciones occidentales en los asuntos globales.
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que juntos representan aproximadamente una cuarta parte de la economía mundial, están llevando a cabo esta cumbre con el propósito de cuestionar el predominio occidental en los asuntos mundiales.
Notablemente, el presidente ruso, Vladimir Putin, está ausente en la cumbre debido a una orden de detención internacional relacionada con presuntos crímenes de guerra en Ucrania. Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, lo representa en la cumbre. Putin envió un mensaje pregrabado en el que elogió el papel del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS como alternativa a las instituciones financieras occidentales y predijo la disminución del dólar estadounidense en el futuro.
En sus propias palabras, Putin afirmó: “El proceso objetivo e irreversible de la desdolarización de nuestros vínculos económicos está ganando impulso, se están haciendo esfuerzos para desarrollar mecanismos eficaces para las operaciones mutuas y el control monetario y financiero. Como resultado, la cuota del dólar en las operaciones de exportación e importación en el marco de los BRICS está disminuyendo”.
Durante la sesión principal de la cumbre en Johannesburgo, los líderes de los BRICS discutirán la posibilidad de una expansión del grupo. Los países BRICS, que cuentan con una población total de 3000 millones de personas, han superado a las naciones del G-7, dominadas por Occidente, en términos de poder adquisitivo. Se espera que alcancen un 31,5 % frente al 30 % proyectado para 2023.