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Acercamiento sorprendente entre Japón y Corea del Sur: ¿Duradero o Efímero?

Lo que parecía inimaginable ha ocurrido: los líderes de Japón y Corea del Sur se han reunido históricamente, en medio de una cumbre con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en Camp David. Este acercamiento diplomático es un logro tenue pero significativo para el líder estadounidense, y es impulsado en parte por la creciente influencia de China en la región de Asia Oriental.

A pesar de ser vecinos y antiguos aliados de Estados Unidos, las relaciones entre Corea del Sur y Japón han estado marcadas por profundas heridas históricas, dificultando cualquier intento de acercamiento. Sin embargo, la actual postura asertiva de China ha renovado el interés de Estados Unidos en la región, lo que ha llevado a una cautelosa unión entre los dos países.

Esta reunión histórica en Camp David es un hito, dado que las relaciones entre Seúl y Tokio siempre estuvieron enturbiadas por disputas históricas. La oportunidad de fortalecer los lazos entre estos dos países y Estados Unidos es considerada rara y crucial. Sin embargo, se plantea la cuestión de cuánto durará este acercamiento, especialmente ante la posibilidad de futuros cambios de liderazgo en ambos países que podrían revertir los avances logrados.

El enfoque pragmático de política está impulsando a Corea del Sur y Japón a dejar de lado sus diferencias y buscar la cooperación debido a las amenazas compartidas, como la postura agresiva de China en Asia y las preocupaciones sobre Corea del Norte. Biden ha logrado un acercamiento que sus predecesores no pudieron alcanzar, y ahora busca establecer relaciones a largo plazo entre estos tres países.

Sin embargo, las tensiones históricas entre Corea del Sur y Japón siguen presentes, y un cambio de liderazgo podría revertir el progreso logrado. Además, los pactos económicos podrían ser más difíciles de asegurar que los acuerdos de seguridad, ya que tanto Corea del Sur como Japón tienen una fuerte dependencia económica de China.

En resumen, el acercamiento entre Japón y Corea del Sur es un logro notable en medio de circunstancias cambiantes en Asia Oriental. Aunque los líderes están tomando medidas para fortalecer los lazos y abordar desafíos comunes, las heridas históricas y las preocupaciones futuras sobre el liderazgo podrían poner a prueba la durabilidad de esta relación.