Centenares de personas, entre ciudadanos comunitarios y extranjeros, han sido evacuadas y llegaron a países de la Unión Europea procedentes de Níger después de que se desatara una crisis política debido a un golpe de Estado. Hasta el momento, Francia ha llevado a cabo tres vuelos de evacuación, trasladando a un total de 513 personas, entre ellas ciudadanos franceses y de diversas nacionalidades europeas, estadounidenses, canadienses y nigerinos.
El proceso de evacuación ha generado situaciones similares en diferentes países europeos. Casi un centenar de evacuados llegaron al aeropuerto de Ciampino en Italia, donde fueron recibidos por el ministro de Asuntos Exteriores del país. Además, Francia ha sido la principal responsable de la evacuación, acogiendo a la mayoría de los evacuados, pero también ha contado con la presencia de ciudadanos de otras nacionalidades que buscan abandonar la convulsa situación en Níger.
La Unión Europea ha anunciado que asumirá el 75% de los costos de transporte para repatriar a los ciudadanos comunitarios que trabajaban en Níger antes del golpe de Estado. Esta ayuda ha sido brindada tras la activación del Mecanismo de Protección Civil de la UE por parte de Francia, que solicitó asistencia comunitaria para la evacuación.
Sin embargo, hasta el momento, la UE no ha tomado una decisión formal respecto a la evacuación de su personal en Níger. No obstante, se ha ofrecido la opción a los funcionarios de la UE que se encuentran en Niamey, la capital de Níger, de abandonar el país si así lo desean.
Las evacuaciones se desarrollan en medio de una fuerte presión ejercida por los países del bloque de África Occidental, quienes han amenazado con utilizar la fuerza contra los golpistas si no restituyen el poder a las autoridades civiles. En contrapartida, la Junta Militar de Níger ha recibido el apoyo de Mali y Burkina Faso, naciones también gobernadas por militares, que han advertido que cualquier intervención armada en Níger será considerada una declaración de guerra hacia sus respectivos países. Esta advertencia ha sido dirigida especialmente a Francia, que mantiene alrededor de 1,500 soldados en territorio nigerino.
Además de la presencia militar, Francia tiene importantes intereses en Níger relacionados con la extracción de uranio, que es utilizado para abastecer a sus cruciales centrales nucleares. Sin embargo, esta presencia también ha suscitado tensiones y algunas comunidades locales han expresado su apoyo al golpe y han pedido la expulsión de los ciudadanos franceses.
