Columnistas

Maussan… el jefe OVNI

Por Cecilio García Cruz

Por muchos años Jaime Maussan fue calificado de mil maneras. Lo tildaban de haber perdido la razón o como una persona imaginativa que difundía reportajes creados por la fantasía.

La sociedad no daba crédito a las imágenes inauditas que el periodista propagaba a millones de televidentes.

Es más, sospechaba que no tenían fundamento.

Maussan es un reportero nato dedicado a producir trabajos periodísticos de investigación.

Siempre sostuvo la existencia de #OVNIS (objetos voladores no identificados hoy conocidos como “fenómenos anómalos no identificados”) y vida extraterrestre.

Su objetivo: que se divulgara la existencia de otros seres, que no estamos solos y que “Un Mundo nos Vigila” (libro de Don Pedro Ferriz Santacruz) desde otros planetas.

Lo conocí en #Televisa cuando la empresa era dirigida por Don Emilio “ El Tigre” Azcárraga Milmo.

Reportero de Jacobo Zabludovsky y del programa 60 Minutos que conducía otro entrañable amigo: Juan Ruiz Healy.

Con el tiempo organizó un equipo cercano, incluyendo a su familia, muy en especial a su esposa Beatriz Evangelista a quien conoció y enamoró en la empresa de TV.

Hoy día, los medios de comunicación mundiales lo procuran entrevistarlo y reconocer su autoridad en el tema OVNI.

Son más de 30 años de investigación dedicados a la difusión de naves extraterrestres y seres alienígenos.

Hace unos días militares retirados dieron a conocer –bajo juramento– en el Congreso de Estados Unidos la existencia de vida en otros planetas.

La noticia provocó alegría en Maussan porque el país más poderoso del universo respaldaba oficialmente la teoría del periodista mexicano.

Hay que puntualizar que la inteligencia militar del Pentágono resguarda sigilosamente objetos voladores y restos biológicos de seres inteligentes no terrestres. En 1999 Maussan tuvo su propio encuentro. A 50 metros de distancia observó a dos seres –de aproximadamente 90 centímetros– que brillaban con ojos grandes e intensos.

El periodista y ufólogo (estudio de los fenómenos asociados a los ovnis) sostiene que las visitas de estos seres se deben quizá a la actividad de las armas nucleares.
“Las bombas atómicas fueron las que sedujeron a los extraterrestres y ahora con la guerra que podría ser nuclear, se incrementaron los avistamientos en la tierra”.

Y reconoce que no sabe si pretenden ayudar, evitar la guerra o simplemente observar.

La actividad bélica nuclear les ha llamado siempre la atención, puntualiza.
“Ellos están decepcionados debido a la violencia que se vive”. Y afirma que los extraterrestres no han visto ningún lugar en la inmensidad del universo donde exista tanta violencia como en el planeta Tierra.

Por eso es de gran relevancia comunicarse con ellos –por radiotelescopio– para conocer sus pretensiones.

Un radiotelescopio es una antena y un receptor de radio especializado que se utiliza para detectar ondas de fuentes astronómicas procedentes del espacio.
Sin embargo, las distancias hacen virtualmente imposible que pueda haber contactos.

Llama la atención la casa de Maussan, ubicada por el Desierto de los Leones.
Es una zona sustentable que respeta el medio ambiente; se construyó en las profundidades de la tierra.

Al ingresar a su casa atraviesas un puente y debajo de éste corre un arroyuelo. En su recámara tiene en el techo un domo para poder observar OVNIS.

¿How are you Mr. Maussan? Lo reconocen en Egipto, Europa o Estados Unidos y eso le agrada, lo satisface, me comenta.

Tiene en la República Mexicana un ejército de amigos y colaboradores que en forma permanente observan el cielo para captar en celulares imágenes de platillos voladores.

En el espacio está el punto medular del universo.

Tuve el privilegio —con mi esposa Dorita (qepd) y mis hijos Jorge Armando y Cecilio jr.– de ser invitado por Jaime a su casa emblemática. Ahí degustamos los famosos tacos de El Villamelón que se venden frente a la Plaza de Toros en CDMX y los ricos tacos al pastor de El Huequito, situado en la calle Ayuntamiento, en el Centro Histórico.

Un encuentro de amigos.

Ojalá que el Congreso americano le otorgue una condecoración por su trabajo excepcional que por años ha difundido al universo.

Hoy, después de muchos años, se le reconoce como una autoridad, de gran mérito y respeto.

¡Enhorabuena querido amigo!