- AMLO conmemora el centenario de la muerte de Francisco Villa en Durango mientras enfrenta reclamos de su nieto.
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lideró la ceremonia en honor al centenario del fallecimiento de Francisco Villa en Durango. Sin embargo, durante el evento, el nieto del famoso general revolucionario se presentó para reclamar que no recibió una invitación oficial para asistir. La ceremonia también estuvo marcada por protestas de los habitantes locales.
AMLO llegó a la exhacienda La Coyotada, lugar de nacimiento de Francisco Villa, a bordo de tres helicópteros desde la capital de Durango. Durante el recorrido por la casa de peones donde nació “El Centauro del Norte”, un hombre se abrió paso entre la multitud para anunciar que era Francisco Villa Campa, nieto de Pancho Villa. Explicó que López Obrador le había permitido el acceso a pesar de los múltiples retenes de seguridad en la región.
Villa Campa reclamó que no se le permitió ingresar inicialmente y presentó a sus tres hijos, quienes son bisnietos del célebre caudillo revolucionario. Agregó que la celebración del centenario debe incluir tanto a la familia Villa como al pueblo de México, y llamó a la unidad para el crecimiento nacional.
Mientras López Obrador saludaba al lábaro patrio y continuaba con el protocolo, una protesta de pobladores que exigían la conclusión de un puente cercano también se unió al evento. A pesar de las manifestaciones, expresaron su apoyo al presidente, portando una manta con la leyenda “AMLO, siervo de Dios, el Pueblo te ama”.
En línea con su enfoque en eventos anteriores, AMLO evitó pronunciar discursos y dejó que Pedro Salmerón y el gobernador Esteban Villegas hablaran en su lugar. Además, entregó al general Luis Cresencio Sandoval un revólver que Francisco I. Madero había regalado a Villa, el cual será exhibido en el Museo Nacional de la Revolución.
Al finalizar la ceremonia, López Obrador accedió a la solicitud de los habitantes y saludó a la familia Villa, quienes lo acompañaron en un recorrido por el Museo de Sitio La Coyota. Mientras tanto, cerca de la estatua que corona la exhacienda, un grupo de villistas vestidos con atuendos revolucionarios recreaban las batallas del general asesinado hace 100 años.