Uncategorized

Sábado, Marcelo Ebrard en Xalapa

Por Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEÓN

El Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, estará en Xalapa mañana sábado para seguir abonando el camino hacia la candidatura presidencial por MoReNa, esta es la segunda ocasión que las circunstancias le permiten situarse en esa tesitura, la primera fue en 2012 cuando se desempeñaba como Jefe de Gobierno de la CDMX y su partido, el PRD, lo presentaba como una de sus cartas para competirle al PRI y al PAN la presidencia de la república. En esa ocasión Ebrard contaba con el respaldo de buena parte de la clase media mexicana que lo percibía como una opción oposicionista capaz de derrotar al PAN gobernante en el momento. Sin embargo, el exjefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, no quitaba el dedo del renglón electoral y a la par contaba con un fuerte respaldo popular acopiado a través de sus permanentes giras por el territorio nacional. Sin el apoyo de López Obrador a  Ebrard no le alcanzaba el de la clase media para escriturar un triunfo, por tal condición cedió el paso al conocido “Peje”, una transferencia a la cual no acompañó la clase media mexicana. El resultado ya lo conocemos: el PRI ganó la presidencia abanderando a Peña Nieto, quien dejó atrás a Josefina Vázquez Mota, del PAN, y a López Obrador, del PRD. Ahora, quien gobierna es López Obrador y Marcelo Ebrard, su Secretario de Relaciones Exteriores, es uno de los precandidatos señalados por el presidente para competir por la candidatura presidencial de MoReNa ¿corresponderá AMLO aquel gesto de Ebrard en 2012? Lo ignoramos, porque no todo depende de López Obrador, no olvidemos el importante protagonismo de las circunstancias. Vale razonar el significado abstracto de “las circunstancias” remitiéndonos a cuando Cárdenas (1934-1940) no optó por Francisco Mújica, su clon ideológico, para candidato presidencial del Partido de la Revolución Mexicana (PRM), sino por el general Ávila Camacho, su Secretario de Guerra. Lo ha referido el propio López Obrador: las circunstancias imperantes en el país obligaron aquel cambio porque el país no resistía exacerbar las condiciones de extrema polarización existente. Esa lógica nos conduciría a inferir una posible réplica de aquel acontecimiento. Sin embargo, en nuestra historia político-electoral relativa a las sucesiones presidenciales otro Secretario de Relaciones Exteriores, político de gran calado, aspiró en 1946 a la presidencia: Ezequiel Padilla Peñaloza, dueño de sustanciosa trayectoria en el servicio público: dos veces diputado federal, senador, Procurador de la República, Secretario de Educación, etc., no obstante, con todo ese acervo de experiencia como respaldo el escogido por Ávila Camacho fue su joven Secretario de Gobernación, Miguel Aleman Valdés, exgobernador de Veracruz y exsenador de la república. ¿Cuál fue el criterio para tomar esa opción? ¿Carisma? ¿un candidato menos comprometido con los intereses de Allende el Bravo?¿Intensa conexión de grupos de poder cabildeados por el Secretario de Gobernación para ponerlos de su lado? todo pese a tener en contra la animadversión del poderoso Maximino Ávila Camacho, fallecido meses antes del “destape”. Padilla Peñaloza optó por una candidatura de oposición de cuyos resultados habla la enorme diferencia de votos a favor de quien más tarde fue reconocido allá en el norte como “Míster Amigo”, Miguel Alemán Valdés. Pero son otros tiempos, otras las circunstancias y otros los personajes, uno de ellos, a nuestro juicio el mejor por MoReNa, estará hoy en Xalapa.