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La ‘Belisario Domínguez’ a la escritora Elena Poniatowska

Por Benjamín Domínguez Olmos

  • Por su compromiso social, cívico, de humanismo y libertad
  • Y principios de solidaridad, justicia, democracia y servicio
  • Primera mexicana galardonada con el “Premio Cervantes”
  • El Congreso discute la democracia que queremos: Janine
  • Podrían limitarse las funciones del órgano electoral federal
  • 18 años para ser diputado; 25 años, secretario de Estado
  • La reforma fue aprobada por unanimidad en San Lázaro

De un ex gobernador: -Nunca el tiempo se pierde tanto como cuando se escucha el rollo de un diputado… (Froylán Flores Cancela)

La escritora Elena Poniatowska fue propuesta por la Comisión Belisario Domínguez para recibir el máximo galardón que otorga el Senado de la República y, por unanimidad, aprobaron la nominación por lo que se turnó al Pleno.

La escritora y periodista de 90 años de edad, tras ser escogida de entre casi 300 candidatos, será quien reciba la medalla instituida en honor del senador chiapaneco correspondiente a la edición 2022.

“Quienes hacemos esta propuesta creemos que la figura que representa Elena Poniatowska es referente de compromiso social, de espíritu cívico, de servicio a la patria, humanismo y, sobre todo, de libertad; valores que la hacen merecedora de esta alta distinción”, expresó Sasil de León, presidenta de la comisión.

La decisión fue avalada durante la sexta reunión ordinaria de este martes.

Se mencionó que la candidata posee una larga trayectoria en el ámbito de las letras, quien a través de sus obras ha tocado casi todos los géneros literarios, como novelas, ensayos, cuentos y hasta adaptaciones teatrales.

Sasil de León recordó que, pese a que Elena nació en Francia, fue desde 1942 que vive en México, luego de que emigró junto a sus padres en el marco de la Segunda Guerra Mundial. A raíz de ello, posee la nacionalidad mexicana desde 1969.

Algunas de sus obras más célebres son sus crónicas de las matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 (La noche de Tlatelolco), así como el terremoto de 1985 y el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas, en 1994.

Elena se convirtió en 2013 en la primera mujer mexicana galardonada con el Premio Cervantes, el más importante de la literatura española.

“Elenita Poniatowska, como la conocemos popularmente, es una mexicana que por la fuerza y la contundencia de sus acciones está plenamente identificada con las virtudes que distinguieron al senador chiapaneco, Belisario Domínguez”.

La presidenta de la comisión destacó que Poniatowska es un referente para las mujeres, además de que a través de su obra es posible comprender el contexto sociopolítico mexicano.

“Elena posee todas las cualidades que se necesitan para ser la merecedora de nuestro máximo galardón. Elena Poniatowska, sin duda, enarbola los principios de libertad, solidaridad, justicia, democracia y respeto a las libertades humanas”.

Por su parte, De León destacó que el órgano recibió un total de 298 postulaciones de candidaturas para recibir la medalla; de las cuales, 151 personas cumplieron con las bases que establece la convocatoria.

Comentarios a vuela pluma

Janine Otálora, magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, aseveró que existe el riesgo de que “un régimen” reduzca los espacios obtenidos por personas que han sido excluidas de la vida pública, esto ante la discusión en la Cámara de Diputados que podría limitar las funciones de dicho organismo. Mediante un hilo en redes sociales, Otálora Malassis detalló que en San Lázaro “está por discutirse el tipo de democracia que queremos para nuestro país”. “La responsabilidad pública que nos exige la Constitución no es la de imponer de visión ideológica, sino la de defender las libertades que nos permiten convivir en sociedad diversas”, apuntó. Explico que los desacuerdos entre los órganos del Estado jamás pueden servir de pretexto para limitar el ejercicio de los derechos de todas las personas ni para privarles de oportunidades para defenderlos”. Recalcó que las decisiones desde el poder para la limitación de la participación de las personas, además de ser una afrenta a sus derechos, es también “un retroceso democrático que no debe permitirse”… La Cámara de Diputados aprobó reformas a los artículos 55 y 91 de la Constitución para reducir de 21 a 18 años la edad mínima para ser diputado federal y de 30 a 25 años para ser secretario de Estado. El dictamen dejó fuera modificar la edad mínima para ser senador de la República, que es de 25 años de edad. El proyecto se turnó al Senado para su análisis y votación. Esta reforma, aprobada por unanimidad, busca impulsar la participación de los jóvenes en las decisiones del país y garantizar el ejercicio de sus derechos políticos. En la fundamentación del dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales, Andrea Chávez Treviño, de Morena; Rommel Pacheco, del PAN, y Karla Ayala Villalobos, PRI; estuvieron de acuerdo que lo que se busca es abonar a los principios de no discriminación establecidos en la Constitución Política y de igualdad. “No es posible que de los 500 diputados, no seamos ni diez con menos de 30 años; estamos excluyendo a casi 30 por ciento de la población mexicana por ese mosaico de representatividad, por un elemento discriminatorio que no tiene razón científica ni argumentación lógica”, aceptaron.

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