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La rosa blanca

Por José Antonio Medina Aguilar

PIENSO, LUEGO ESCRIBO

Por Akiles Boy

Este texto fue recuperado, a propósito del deceso del actor mexicano Ignacio López Tarso, quien tuviera una carrera incuestionable en los escenarios artísticos nacionales. A la par de sus virtudes como histrión, destacó por su profesionalismo, compromiso y pasión por su trabajo.

La Rosa Blanca, película mexicana filmada en 1961, dirigida por Roberto Gavaldón y estelarizada por uno de los iconos de la actuación en México, Ignacio López Tarso, además, Rita Macedo, Begoña Palacios y Christiane Martel, entre otros. El filme, basado en la novela del mismo nombre, obra de Bruno Traven, fue censurada por la Secretaria de Gobernación, durante la Presidencia de Adolfo López Mateos. Tuvieron que pasar once años para que fuera exhibida en los cines del país.

El guión, una adaptación de Emilio Carballido, Roberto Gavaldón y Phil Stevenson, define claramente el contexto de la historia. El tiempo, el siglo pasado, la década de los treinta y preludio de la expropiación petrolera realizada por el General Lázaro Cárdenas del Río en 1938, siendo Presidente de México. El lugar, el norte de Veracruz, el imaginario rancho “La Rosa Blanca” de Jacinto Yañez, el blanco de la ambición de las compañías petroleras extranjeras, que querían a cualquier precio esos terrenos, en cuyas entrañas se encontraban grandes yacimientos del oro negro, así llamado en alguna época.

Los realizadores, sin temor a ser irreverentes con su creación, desafiaron a la clase política y a las instituciones más tradicionales como el clero. Se muestra evidencia de la vulnerabilidad de los mexicanos cuando exhibimos dos de nuestras debilidades, la ignorancia y la religiosidad. Un pasaje es revelador, el sicario enviado por la Cóndor Oil Company  se introduce en el ánimo de la familia de Jacinto Yañez, al obsequiar a su esposa, la imagen de una virgen milagrosa. Para después, con la complicidad de un voraz contratista oriundo de esa región huasteca, el emisario americano convence al protagonista de viajar  a la ciudad de Los Ángeles, California, con el pretexto de que conozca su ganadería.

El drama revela la codicia de las transnacionales petroleras, que perdura hasta nuestros días, deseosas de apoderarse de las tierras susceptibles de explotación, la región del Golfo de México y en especial las del norte de Veracruz. Con ese objetivo y movidos por la ambición, ante la tibia intervención de las autoridades mexicanas, los poderosos directivos de la Cóndor Oil Company, recurrieron a cualquier clase de maniobras ilícitas y hasta criminales, porque ante la negativa del valiente, pero ingenuo e ignorante campesino, se ordenó su asesinato y desaparición.

Tejida como miles de historias dramáticas que suceden en México, la cinta envía un mensaje social y político a las generaciones de esa época y a las venideras. Injustificable, insostenible, intolerable  fue la situación social que provocaron las compañías petroleras extranjeras. Daños al medio ambiente, explotación de los trabajadores y otras arbitrariedades terminaron por ocasionar el rechazo y la rebelión de los trabajadores y las comunidades afectadas. Al final, embriagados por el espíritu nacionalista, pueblo y gobierno,  deciden poner fin a las tropelías de las voraces trasnacionales, al decretarse la expropiación de los hidrocarburos y acordando el pago de las indemnizaciones a los inversionistas.

Por otro lado, la cinta deja al descubierto las maquinaciones utilizadas por los grandes consorcios internacionales para apropiarse de los recursos naturales de otras naciones, aprovechando la debilidad de los gobiernos y las ventajas de sus legislaciones. Si no fuera suficiente, entonces recurren a las peores prácticas, incluso al homicidio para quitar obstáculos del camino, como el caso del ranchero mexicano.

Como ingrediente asociado se observa que junto a la posición abusiva, arbitraria del poderoso que viene de afuera, existe la actitud de sometimiento, de entrega al que supuestamente viene a ayudar. Un tema tan sensible para los políticos mexicanos de esos tiempos, 1961, que a través de un entramado burocrático, a los productores les fue negada la autorización para exhibirse. Sin embargo tan real, tan actual que vale la pena recordar esa lección. Hasta la próxima.

12 de Marzo de 2023

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

*Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura, A.C.