CAMALEÓN
Aún desconocemos el epílogo de lo que será el proceso electoral 2024 pues esa historia apenas se está escribiendo en base a las lecturas y acciones de cada participante, en ese sentido las del coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, atraen la atención porque su partido es el único de los siete con registro que hasta ahora ha participado electoralmente en solitario, al margen de las dos configuraciones aliancistas existentes. Lo interesante es conocer los motivos o finalidad de esa estrategia cuyos resultados son electoralmente pírricos, para la subsistencia partidista en las prerrogativas del INE ¿pensará acaso Dante Delgado que su partido puede participar en solitario y ganar la presidencia sobre cualquiera de las dos alianzas? Dante podría pecar de muchas cosas, nunca de ingenuidad, de allí la intriga respecto a su proceder. Pero en ese juego no solo participa el deseo o la opinión del líder emecista, también la de quienes buscan la postulación a cargos públicos de elección popular y han sido beneficiados por esa plataforma partidista. Hace un año, el exgobernador veracruzano fijo a enero de este año como plazo para definir la participación electoral de MC, casualmente en ese mes conocimos la existencia de un corporativo ciudadano del cual Dante es uno de los impulsores, sin embargo no parece estar influyendo en la banda de acontecimientos políticos en el país y concomitantemente tampoco a favor de MC. Hasta ahora, este partido persiste en no aliarse con ninguno de los bandos en pugna; pero su desistimiento en el estado de México no es buena señal y pudiera ser reflejo de un mal cálculo, porque Juan Zepeda y las circunstancias de ahora distan mucho de las imperantes en 2016, cuando por su convocatoria electoral Zepeda fue altamente competitivo frente a MoReNa y al PRI, partido vencedor. ¿Qué le ofrecía ahora MC a Juan Zepeda postulándolo su candidato al gobierno mexiquense? difícilmente el triunfo; y en verdad Zepeda perdía más de lo que pudiera sacar en esa competencia, por lo que pragmáticamente adoptó la decisión de retirarse de una contienda poco favorable. Mal argumento el de Dante para explicar el retiro emecista en el estado de México al sugerir una componenda Primor: ¿el PRI le entrega a Morena el estado de México a cambio de Coahuila donde va en caballo de hacienda? Nada convincente y muy peregrina explicación. Ahora, situándonos en Veracruz de donde es oriundo Dante Delgado, cabe la pregunta ¿quién de los precandidatos fogueados por su elevada experiencia electoral pudiera suponer que con Movimiento Ciudadano accedería a un triunfo electoral frente a MoReNa o Va por México? ¿Acaso espera MC potenciar su 4 o 7 por ciento promedio hasta resultados electorales que lleven al triunfo? En política suele haber sorpresas, difícilmente milagros. Poco a poco se acerca la hora de las definiciones, o sea, el momento de abandonar el cómodo limbo de ni con melón ni con sandía, pronto conoceremos cuál será la estrategia a seguir por Dante Delgado y su partido, ¿permanecerá como un probable o muy incierto fiel de la balanza y allí se enquistará, o se va a decantar hacia uno de los dos bandos en pugna? Juego de estrategias, dicen, pero ni sí, ni no, sino todo lo contrario.