Prosa aprisa
Cuenta la historia que siendo gobernador don Fernando López Arias, la empresa alemana Volkswagen pensó en instalar en nuestro estado la armadora que ahora está en Puebla.
De adolescente, de joven, alcancé a escuchar los comentarios en contra del ex Procurador General de la República por haber obstaculizado la instalación que, obviamente, iba a generar muchos empleos y beneficios para Veracruz.
Los germanos veían las condiciones ideales acá por la cercanía con el puerto de Veracruz, de donde pensaban exportar los vehículos que producirían, como ahora lo hacen.
Nuestros mayores tenían razón de echar pestes contra “Boca chueca” (así le decían porque, en efecto, la tenía de lado), más cuando se dieron cuenta el gran beneficio que había llevado a Puebla y a los poblanos.
Aquel ex procurador, de verdadera mano de hierro (en el 68, en Xalapa, mandó reprimir a los estudiantes secundando lo que hacía Díaz Ordaz en la Ciudad de México), le causó un gran daño al estado por su falta de visión económica.
AMLO la quiere ¡cerca de su (Ch) AIFA!
Lo traigo a colación porque ante el diferendo entre el presidente López Obrador y el gobernador de Nuevo León Samuel García por la instalación de una planta de Tesla en territorio nacional, de pronto tanto el secretario de Desarrollo Económico y Portuario Enrique Nachón García como el expresidente de la Cámara de Diputados Sergio Gutiérrez Luna alzan la mano proponiendo a Veracruz como tercero en discordia.
Resulta que la empresa de Elon Musk, que diseña, fabrica y vende automóviles eléctricos, decidió instalarse en Nuevo León, bajo gobierno de Movimiento Ciudadano, lo que no gustó a AMLO. La obra está valorada en 10,000 millones de dólares.
El tabasqueño dijo que a la empresa no le convendría porque en Nuevo León “no hay agua” y propuso que mejor se instale ¡cerca de su aeropuerto, el AIFA! (ya no ve qué y cómo hacer para que reditúe el elefante blanco que construyó), aunque para taparle el ojo al macho ha dicho que si no en Hidalgo, el Estado de México o el sureste del país (también Michoacán y Coahuila alzaron la mano).
“¡Claro que hay agua para Nuevo León, mucha agua!”, le ha respondido al presidente el secretario de Economía de ese estado, Iván Rivas Rodríguez. Pero, como dijera la Nana Goya, esa es otra historia.
Los argumentos a favor de Veracruz
El caso es que mientras que están trabados en su pleito López y García, en lo que debiera ser un ejemplo de colaboración institucional para empujar juntos y fuerte a favor de Veracruz, Nachón y Sergio, ambos de Morena, por cierto, han sacado a relucir las bondades que tiene y ofrece nuestro estado para que Tesla se instale en el territorio estatal.
Nachón García destaca que la entidad cuenta con un gran potencial para la atracción de inversiones ya que es la quinta economía del país y tiene el mayor puerto para exportación de vehículos. Recuerda que somos el segundo estado con más disponibilidad de agua y el primero en generación de energía.
Saca a relucir un argumento de mucho peso: que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec ofrecerá grandes oportunidades, pues además de su mercado natural hacia el este de Estados Unidos y Europa, Veracruz ahora podrá ofrecer, de la mano de Oaxaca, acceso al oeste de EU y Asia.
“Sí creo que hoy somos una entidad muy atractiva para la inversión extranjera directa, porque también hay varios incentivos que se ofrecen como los fiscales, acompañamiento de tramitología, apoyo en capacitación y selección de personal y se están modificando los planes de estudio de las universidades para garantizar empleo a los ciudadanos, entre otros” (Milenio, 21.02.2023).
Cheko refuerza
Gutiérrez Luna, por su parte, afirma que el sur del estado es el sitio más adecuado por su mano de obra calificada, sus parques industriales, su abasto de energía, su agua y su red de telecomunicaciones.
Mencionó que en Minatitlán, Cosoleacaque o Coatzacoalcos hay condiciones óptimas, mejores que en cualquier otra parte del país. Igual, saca a relucir el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) como el único lugar del país que le facilitaría la exportación a Estados Unidos y Europa, por el puerto de Coatzacoalcos, en el Golfo de México, y desde Salina Cruz, en el Pacífico, para el mercado asiático.
Considera que la instalación de cinco parques industriales en los municipios de Coatzacoalcos, Jáltipan, Texistepec y San Juan Evangelista, con condiciones adecuadas de ubicación, infraestructura, equipamiento y servicios, facilitan la cadena de proveedores y valor agregado requerido.
Argumenta también que otra de las grandes ventajas del sureste veracruzano es la mano de obra calificada y la formación de especialistas en los Institutos Tecnológicos Superiores de Coatzacoalcos y Minatitlán, además de la serie de instituciones de nivel superior ya instaladas en la zona.
Recuerda que Veracruz es líder en la producción de energía eléctrica del país por lo que está garantizado el abasto de este rubro, además de que, a diferencia del norte del país, hay amplia disponibilidad de agua; el río Coatzacoalcos y sus afluentes cruzan la zona, la lluvia anual es de casi el doble del promedio nacional y por el territorio fluye un tercio del escurrimiento total del país.
Sostiene que la red carretera transístmica, el ferrocarril del Istmo de Tehuantepec y la infraestructura de telecomunicaciones en la zona son ventajas únicas que colocan al sur de Veracruz como la mejor opción para la instalación de la planta de Tesla.
Empresarios tienen olfato para saber dónde ir
Va de anécdota. Una noche, el entonces director de Economía (o Comercio, ya no recuerdo bien, de eso hace ya poco más de 55 años, el equivalente hoy de la Sedecop), Mario Chávez Buendía, entró muy orondo a ver al gobernador Rafael Murillo Vidal, llevando bajo el brazo todo un bonche de planos, carpetas, dibujos, y con él uno de sus ayudantes llevaba una gran maqueta.
Le iba a vender la idea de poner un parque industrial en el municipio de Dos Ríos (como era más conocido entonces el de Emiliano Zapata). Callado, como era, cuando aquel le quiso soltar su rollo, don Rafaelito lo paró. “Déjate de cuentos”, le dijo. “A los hombres de negocios no los vas a llevar a dónde tú quieras. Ellos tienen olfato, saben dónde ir a invertir y obtener ganancias. Llegan solitos. Ellos no arriesgan sus capitales”.
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde entonces. Hoy sí se promocionan los sitios, se destacan las ventajas que ofrecen para invertir y además se cabildea con los inversionistas. Creo que Sergio y Nachón ya hicieron su parte: llamar la atención para que volteen a ver hacia el estado. ¿Se atreverá el gobernador Cuitláhuac García Jiménez a alzar la mano y la voz por Veracruz y buscará cabildear con el empresario Elon Musk, o se quedará callado por temor a López Obrador? Es ahora o nunca, señor gobernador. Si lograra la gran hazaña, eso lo haría pasar a la historia, y por la puerta grande.