Columnistas

Cisneros, un operador político muy sui géneris

Por Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEÓN

Según es posible advertir, el katamarán puesto a funcionar para “viajes turísticos” en el rio Papaloapan ya ha pasado al etéreo espacio de lo anecdótico, porque al menos como atractivo turístico ha sido un fiasco y como negocio es nada rentable, se ignora cuál es su actual condición. Pero su impulsor, el Secretario de Gobierno Erik Cisneros no se desanima en su faceta de promotor turístico y ahora dedica sus mejores esfuerzos a seguir promoviendo la veta de nuestros atractivos naturales, culturales e históricos. En esa línea, como ya es su costumbre, vuelve al tema relativo a su condición de afrodescendiente, a la que alude con singular frecuencia reflejando una muy perceptible fijación patológica, a juzgar por sus reiteradas referencias al tema. Obedeciendo a esa tendencia psicológica, anunció un curso sobre la lengua africana Suajili”, del Congo, dice, que se impartirá en el Coyolito, municipio de Actopan, en donde habitan pobladores descendientes de raza negra, para que “puedan hablar y sentir orgullo de su lengua materna” y “para que, en unas pocas generaciones también nos sintamos orgullosos de hablar nuestra lengua original…que nos fue arrebatada por los españoles en la época de la esclavitud” (sic). Ya encauzado en esa faceta cultural, el miércoles en Xico, ante alcaldes y representantes de 40 municipios de diversas regiones de Veracruz, adelantó que del 10 al 12 de marzo se celebrará en ese municipio la Feria del Tamal Canario, entre otras celebraciones para enmarcarlas en el programa conmemorativo de los 200 años “de haberse conformado” un gobierno veracruzano en 1824, se refiere a cuando la primera Constitución Federalista dio nacimiento a las entidades federativas, Veracruz entre ellas. No tenemos la menor idea acerca del programa lingüístico anunciado por el Secretario de Gobierno, tampoco si en la Secretaría de Educación lo tienen contemplado en su Programa Operativo Anual, pero en la hipotética existencia de algún programa de esa naturaleza, en todo caso sería conveniente intensificar los programas de educación bilingüe en la entidad, porque en las diferentes sierras de nuestro entorno geográfico el Náhuatl (al que el rey Felipe II estableció como idioma oficial del Virreinato de Nueva España en 1570), el Popoluca, el Totonaco, esas sí lenguas aborígenes, fiel constancia de nuestras raíces autóctonas, lastimosamente están en vías de extinción. Y para coincidir con Erik Cisneros no estaría mal sugerirle incentivar y cultivar en el sur veracruzano la enseñanza del Zapoteco, pues gran parte de la genealogía de la pujante población de aquellos rumbos tiene raíces oaxaqueñas. Pero de congruencia administrativa (porque gobernar es administrar), bueno sería dar concordancia a las acciones de gobierno, porque justamente los días 10 al 12 de marzo (como las de Xico) se celebrará en Puente Nacional La LXV Reunión de Cronistas e Historiadores del Estado de Veracruz. De cualquier manera, debe reconocerse el interés del Secretario de Gobierno por esos menesteres turísticos, culturales e históricos, aunque administrativa y programáticamente corresponda a la Secretaría de Turismo encargarse de esa materia. Sin embargo, atrae la atención esa duplicidad de funciones, porque sucede precisamente cuando los asuntos políticos, partidistas, electorales, de convivencia ciudadana, de desarrollo político, de inseguridad pública, amenazan con desbordarse, atenderlas está en la esencia de las funciones de Erik Cisneros, quien, o se siente “sobrado”, u olvida que “quien mucho abarca, poco aprieta”.