Columnistas

El síndrome del «Plan B»

Por Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEÓN

En los últimos años, coincidentes con el periodo de gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, ha sido recurrente la referencia a un denominado “Plan B”; así se ha manifestado en casos relativos a reformas constitucionales que impedidas por obstáculos de diversa índole han ocasionado la implementación de un “Plan B”, concerniente a reformas legales, tal cual se hizo en materia de energía eléctrica y en las reformas al marco normativo electoral. También hizo eco cuando estaba en boga la ya frustrada intención de vender el avión presidencial, cuando al no encontrar comprador se acudió a la afamada rifa “del avión sin el avión”, y ahora presuntamente formará parte de la flotilla aérea de la proyectada compañía de aviación administrada por la SEDENA. El “Plan B” también es parte del elenco en el escenario sucesorio, pues en el teatro del fulguroso futurismo se ha considerado al Secretario de Gobernación como la alternativa en caso de fallar el despegue de la candidatura de Claudia Sheinbaum, la presunta favorita para suceder en el encargo presidencial. No pasa inadvertido que precisamente cuando la Jefa de Gobierno atraviesa por un periodo sembrado de ortigas que le obstaculiza eventualmente su movilización por el territorio nacional, por mera “coincidencia”, quien en esta trama personifica el “Plan B” imprime mayor dinamismo a sus acciones futuristas. Justo ahora arrecia la movilidad del Secretario de Gobernación, aunque no sin tropiezos si así es posible calificar el “coincidente” y sincronizado saludo de tres futbolistas: Giovani Dos Santos, Layún y Braulio Luna han manifestado a don Adán, porque parece más obra de “fuego amigo” que súbita simpatía al reeditar la estrategia aplicada por el Verde Ecologista en 2018 cuando contrató los servicios de un grupo de reconocidos agentes de la farándula en apoyo a sus candidatos haciéndose acreedor a una multa impuesta por elel INE. A propósito, ¿en efecto Claudia Sheinbaum ha perdido presencia futurista? Sin menoscabo del duro impacto provocado por el accidente en la Línea 3 del Metro (y los subsecuentes “incidentes atípicos”) cuando se encontraba en Michoacán para disertar sobre los resultados del “buen gobierno” en la CDMX, es notable que la señora Sheinbaum sigue contando con el decidido respaldo presidencial, y mientras así continúe se confirmará que “en política no hay cadáveres políticos”. Además, bastaría con recordar cuando, siendo Secretario de Educación Pública Ernesto Zedillo, en la edición de los Libros de Texto Gratuito se insertaron asuntos que dejaban mal parado al Ejército Mexicano, con la natural molestia de los mandos superiores, entonces se argumentaba que Zedillo había perdido la oportunidad de ser postulado por el PRI a la presidencia. Quizás en su momento Ernesto Zedillo fue un “Plan C”, no obstante, por la imponderable acción de las circunstancias Zedillo fue presidente de México en el periodo 1994-2000. Por otro lado, un buen jugador de póker debe manejar sus cartas a conveniencia e incluso hasta blofear para distraer al adversario, de allí que cualquier semejanza con la política es pura coincidencia, porque teniendo la sartén por el mango AMLO puede encartarse y descartar según vaya la jugada.