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Arnulfo R. Gómez…

Por: Alfonso Mora Chama

Espacio 13

¡¡ Jamás pidió perdón… !!

*Sufrió la traición y el injusto juicio sumario en Coatepec luchando por la democracia…

*En los montes y en los ríos aun recuerdan la histórica Batalla de Ayahualulco

*Gracias al Colegio de Veracruz, por invitarnos a la conferencia sobre este tema

“El Indulto es para los criminales, no para los defensores de la patria”.

Miguel Hidalgo.


   “Te capturan en Teocelo, alza los ojos al cielo mirando hasta el infinito, te suben en el “piojito” que va con rumbo a Xalapa, de ti un suspiro no escapa, tu final estaba escrito… reza en una parte del corrido al General Arnulfo R. Gómez, y que describió perfectamente en sus décimas el maestro Joel Pineda Velaty, mientras que el historiador y cronista de la ciudad de Coatepec, Martín Blázquez Ojeda, reseñaba con imágenes la histórica Batalla de Ayahualulco, en su 95 aniversario, tocándome como periodista de Teocelo y Presidente de Periodistas Unidos de Coatepec, el tema de los reporteros que cubrieron la fuente informativa del juicio sumario de mi General Gómez, del Dictamen de la ciudad de Veracruz y El Tema de Hoy, de Xalapa a cargo de don Vicente Lunagómez, a quien tuve la oportunidad de tratar allá por el año de 1971…

    Debo agradecer al rector del Colegio de Veracruz, doctor Mario Raúl Mijares Sánchez, a los maestros de esta institución, la invitación a un servidor para formar parte de los tres ponentes del foro “Veracruz y los Defensores del antirreleccionismo en 1927” celebrado el sábado próximo pasado en el auditorio “Aristóteles” del Colver, correspondiendo el tema periodístico de este luchador por la democracia que finalmente deja un ejemplo al tamaño de su obra, de su voluntad para engrandecer al pueblo de México…

   Obligado fue hablar de los sucesos de la montaña en esos años de la lucha armada integrada al lado del General Arnulfo R. Gómez, por campesinos y viejos carrancistas de Ayahualulco y de sus comunidades, principalmente en donde sucedieron los hechos, en El Triunfo, a donde continuamente visitamos en nuestra labor como periodista y los comentarios de esta gente noble, triste por un lado, al perder a sus familiares y orgullosa por el otro cuando se trató de defender una causa justa como la que encabezó Gómez y sus aliados, el Capitán Valerio Ruiz y el General Silviano García.

   “Año de mil novecientos y 27 lo sé, al panteón de Coatepec, te acompaña un regimiento, te juzgan en el momento adentro de una cantina, no hubo otra instancia más fina y hacerte un juicio legal, y de Arnulfo el General, aquí su vida termina, los medios según decían, paró la revolución, don Alvaro Obregón también tiene que morir, Calles supo decidir y al pueblo no quedó mal, y Obregón el General, no llegó a la silla, porque murió en la Bombilla, por José de León Toral…

   Mencioné en el Conversatorio del Colegio de Veracruz que, Arnulfo R. Gómez vivió el porfiriato, la perpetuidad en el poder de don Porfirio Díaz y de sus colaboradores, incluso de gobernadores de los estados, todos ellos de avanzada edad, rebasando los 70 y 80 años, cuando en México apenas existían 15 millones de ciudadanos, ejemplo, el mismo Presidente Díaz que en 1908 tenia 78 años de edad, es decir, envejecían y morían con el poder en sus manos… él desterrado de México falleciendo en Francia.

   Una de las causas del antirreleccionismo de 1927, fue la anterior y la búsqueda del poder por segunda ocasión de Alvaro Obregón para el período 1928 – 1932, confiando que su amigo Horacio Lucero, encargado de la Fortaleza de San Carlos, en Perote le daría todo el apoyo además de las 14 reuniones que se habían efectuado en diferentes lugares de Veracruz, citando la lucha a favor de Gómez en la sierra de Soteapan, a cargo de Miguel Alemán González, abuelo de quien gobernó Veracruz de 1998 a 2002, Miguel Alemán Velasco.

   Tuvimos que resumir nuestra comparecencia en el Colegio de Veracruz, ante una larga historia del General Gómez, de los 3 mil pesos por el pago a la traición, un 5 de noviembre de 1927, de acuerdo a lo mencionado en una carta de Gilberto Gómez, dinero de la presidencia de Calles, suceso registrado en Teocelo y su juicio sumario en la Estrella de Oro, sin presencia del acusado y un paisano de Arnulfo R. Gómez, Manuel J, Limón, ordenó la ejecución…

Rematamos:

“Morir es nada cuando por la patria se muere”.

Morelos y Pavón.