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El futurismo político ¿divide a MoReNa?

Por Alfredo Bielma Villanueva

Con el transcurrir del tiempo y el suceder de los acontecimientos iremos comprobando si la estrategia de MoReNa para adelantar los tiempos electorales resulta la más conveniente a sus propósitos de permanencia en el poder, o provocará turbulencias cismáticas que se lo impidan, como se está observando en el caso de Veracruz por la abrupta pugna entre quienes apoyan la precandidatura de Rocío Nahle y quienes respaldan la del diputado Sergio Gutiérrez. Aunque este desafío se escenifica entre componentes de la elite partidista, habrá que ver si permea hacia la base militante, pues es manifiesto el abierto apuntalamiento del gobernador Cuitláhuac García y equipo que lo acompaña a favor de la actual Secretaria de Energía y, por el lado de Sergio Gutiérrez, este domingo atestiguamos la solidaridad del dirigente formal de MoReNa, Mario Delgado, y del presidente de la JUCOPO de la Cámara de diputados federales. Tal contexto pudiera sugerir una contienda de excelencia democrática, de libre apuesta y al margen de consignas, aunque los protagonistas de esta confrontación son gente cuyas acciones obedecen a quien es realmente el factor de decisión en ese partido. Sin embargo, el evento a favor de Gutiérrez con la presencia del dirigente nacional despierta algunas reflexiones: ¿Será acaso que Rocío Nahle no es la prioridad para Veracruz? porque, se deduce, si lo fuera entonces la reforma constitucional con implícita dedicatoria no hubiera sido necesaria. O, acaso, se filtró la versión de de manejar el supuesto impedimento como una posible traba, que por cierto no tiene el diputado Gutiérrez, y se quiso obviar el obstáculo ¿el dirigente nacional de MoReNa vino a Veracruz con el propósito de confirmar esa hipótesis? Pudiera quedar en el ánimo especulativo, pero en vista de un posible desborde de las pasiones más valdría aplicar una dosis de mesura, porque a no dudarlo el evento dominical de Minatitlán habrá provocado mucho escozor en una de las partes contendientes. En cuanto al número de asistentes a cada uno de los eventos realizados en Minatitlán, en realidad solo refiere al cálculo de su costo porque carece de trascendencia política y no incide en la decisión final, pues esta se reduce a la voluntad de ya sabemos quién. Está visto que el gobernador encabeza la sinergia a favor de Rocío Nahle, pero eso no implica que permanecería ajeno a la campaña de moReNa para gobernador si no fuera ella la candidata, porque es manifiesta su lealtad a quien manda en su partido. Además, tratándose de una pugna protagonizada en las esferas de la nomenclatura morenista sus efectos difícilmente permearán hacia la base electoral, conformada por un sector poblacional estrechamente vinculado a una política clientelar perfectamente aceitada, es el voto duro que difícilmente resultará afectado a causa de este diferendo sucesorio. Pero en esta clase de fenómenos políticos reducir los hechos a solo dos contendientes le resta importancia, porque, si bien la señora Nahle y Sergio Gutiérrez son quienes se han “abierto de capa”, no son los únicos en el tablero de ajedrez político a la veracruzana. Y no debiera olvidarse, por cierto, la tesis del Tercero en Discordia, porque en Veracruz, en MoReNa otro actor político se conduce con la experiencia de los años y no hace olas, pero sin duda, aunque (se supone) no ha comprado boleto también está en la antesala. Está a la vista de todos, y todos saben quién es.