China anunció este viernes que cancelará la cooperación con Estados unidos en asuntos como el medio ambiente y reuniones militares de alto nivel.
También sancionará a la política estadounidense y a sus familiares cercanos, en un gesto de inusual dureza contra Nancy Pelosi.
“A pesar de las serias preocupaciones y la firme oposición de China, Pelosi insistió en visitar Taiwán, interfiriendo gravemente en los asuntos internos de China”, indican en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Continúa, “socavando la soberanía y la integridad territorial de China, pisoteando la política de “Una sola China” y amenazando la paz y la estabilidad del estrecho de Taiwán”.
Taiwán también condenó la respuesta de Pekín a la visita, y su primer ministro, Su Tseng-chang, pidió a sus aliados que presionen para reducir la tensión.
Por su parte, la Casa Blanca convocó el pasado jueves al embajador chino, Qin Gang, para condenar las maniobras militares en torno a Taiwán.
“Después de las acciones de China, convocamos al embajador Qin Gang a la Casa Blanca para tratar con él los actos provocadores de China”, aseguró un portavoz oficial al diario estadounidense.
John Kirby, portavoz del Gobierno en asuntos de seguridad nacional, confirmó más tarde la convocatoria de Qin por comportamiento “irresponsable” de su país.
“No nos van a disuadir de operar por mar y por aire en el Pacífico oeste con plena observancia del derecho internacional, como venimos haciendo desde hace décadas, defendiendo a Taiwán y un Indo-Pacífico libre y abierto”, informa desde Nueva York María Antonia Sánchez-Vallejo.