Dice el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) que los presupuestos entre la Legislatura de Veracruz y el ORFIS son disparejos; uno rico y otro pobre. Se respeta la opinión, pero el tema pasa por otras arterias.
La coordinación estrecha entre Poderes a través del Legislativo y Ejecutivo en Veracruz hace posible que organismos autónomos como el ORFIS cuenten con presupuesto – mayor o mejor, o no – y desde el inicio de sus operaciones en noviembre del 2000.
Así que para el 2023 parece inevitable revisar los parámetros utilizados hasta ahora y llegar a una medición en función de la población, pues el presupuesto debe asignarse a través de herramientas básicas que ayude a construir los techos financieros, dado que a todo régimen y a la sociedad en su conjunto, nos interesa tener una fiscalización solida de todos los entes.
El IMCO no visualizó, al menos algunas líneas: 1. Que el dinero del presupuesto lo ponen en donde interesa tener resultados, 2. Que se cumple eso de que el que parte y reparte le toca la mejor parte, 3. Los legisladores son juez y parte, y deciden lo que es mejor para ellos frente a los demás, y 4. Hay una visión compartida entre Ejecutivo y Legislativo, en quien hace la propuesta del presupuesto, y se coordinan para ubicar dónde aumentar, dejar igual o disminuir las asignaciones.
Ahora bien, el ORFIS cada año recibía lo del anterior o subía muy poco desde su nacimiento hace poco más de 20 años, y en ese sentido si comparamos el % de presupuesto del ORFIS respecto al presupuesto del estado y la Legislatura, desde el 2001 a la fecha, encontraremos que en cada ejercicio recibe menos. No se sabe, pero se entiende existe alguna razón que lo justifique.
Al inicio, ORFIS era de lo mejor pagado en el estado en términos del tabulador y sus capitulos presupuestales e incluso, a los despachos externos de auditoría les pagaban mejor, dicho por quienes contratan servicios. En ese sentido ha venido a menos y disminuyéndoles los pagos, pero hay aumento de personal de nómina, sobre todo “recomendado.”
Es un secreto a voces que algunas auditorías que pagan a despachos no les da ni para viáticos y entonces le piden al ente fiscalizable que les envíe todo escaneado y van lo menos a sitios que deben auditar, aunque no en todos los casos es así, cabe aclarar.
Los despachos aceptan porque les genera currículum y buscan sacar otros trabajos con los entes que fiscalizan, contratar con ORFIS es un puente o posición de enganche. Aunque también creo,- solo lo creo,- que si quien autoriza será fiscalizado, puede mermar margen de acción al que fiscaliza y una forma de hacerlo es en lo económico.
En contra de lo dicho por el IMCO, necesitamos un Congreso, Poderes, así como dependencias y organismos autónomos bien pagados para hacerlos robustos y transparentes, rendidores de buenas cuentas y no susceptibles de actos diferentes a la legalidad y seguir abatiendo los niveles de corrupción, por eso se deben seguir construyendo presupuestos posibles y acordes a las necesidades.
¡ ES CUANTO !