EL MAESTRE HABLA…
ENSEÑANZA PERIÓDICA SOBRE LA CIENCIA
DEL PENSAMIENTO, DEL ALMA Y DEL ESPÍRITU TOMADAS DE
LAS OBRAS DEL DR. SERGE RAYNAUD DE LA FERRIERE…MAHATMA CHANDRA BALA …FUNDADOR DE LA GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL…
“El Sabio va en busca de la Luz y los locos se la dan”…
INTRODUCCIÓN
EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA COSMICA.
Los tiempos están aquí…estos son los tiempos anunciados por nuestros santos espíritus ancestrales…los ciclos se entreveran… se traslapan…se unen y se confunden porque todo es uno y uno es todo…no hay separatividad…en lo alto…en lo bajo…en el aquí…en el ahora…más allá del tiempo…más allá del espacio…en el no tiempo…en el no espacio…en el absoluto manifestado…en el absoluto no manifestado…siempre estará la consciencia cósmica…la conciencia universal…omnipotente… omnisciente omnipresente…el de los múltiples nombres… el que no tiene nombre. …
Ciertamente son… también…aquí en la tierra…y en todas las tierras…en la misma frecuencia…en el mismo nivel…los crujidos de dientes y los ayes de dolor…también momentos que reyes hubiesen querido haber visto y haber vivido…todo se conjuga porque son las señales de los días…ya no hay marcha atrás…
lo que se tenía que cumplir se está cumpliendo…sin pretexto ni justificación…porque todo estaba dicho…todo estaba escrito…nada hay nuevo bajo el sol…solo lo que habíamos olvidado…son tiempos de muertes físicas y resurrecciones espirituales…tiempos de culpas…tiempos de arrepentimientos…los ajustes se están dando…con dolor para unos…con alegrías para otros…pero siempre para mejor…porque …a pesar de los pesares…los vientos soplan a nuestro favor…todo está escrito en el libro de los cielos…los muchos se salvarán por culpa de los pocos…y los pocos trabajaran por los muchos…sin miedo…sin angustia…sin temor…30 años ha que se dio el primer mensaje en el Centro Ceremonial del Tajín…30 años del fuego sagrado entregado en el chacra medio…en el Centro Ceremonial de Zempoala…5125 años de un ciclo que ha terminado…un nuevo ciclo de 5125 ha comenzado…todo sigue su curso tal como está previamente establecido y conocido por nuestros abuelos ancestrales…atravesando los efluvios más poderosos emanados del centro de la galaxia…impactando el inconsciente colectivo siempre para mejor…nunca para peor …33 años del inicio del paso del sol bajo los influjos de una nueva era…todo estaba anunciado…no es un capricho que demos fe de una consolidación de lo que los Maestros habían anunciado…los que tengan oídos que oigan…los que tengan ojos que vean…todos somos privilegiados…
A MANERA DE PROLOGO
…queremos dar el ejemplo de disciplina
y de trabajo impersonal en provecho del
más Alto Ideal… (1948).
MENSAJE DEL AQUARIUS
Ustedes ya sabrán lo que es la Misión del Aquarius, sus objetivos, sus medios de expresión. Pero en este terreno de exposición repetir no es falta; a fin de que en sus espíritus no subsista duda alguna y que en cada una de nuestras conversaciones ustedes obtengan nuevas explicaciones, vamos a resumir brevemente este asunto.
Aquarius es la Nueva Edad cuyo advenimiento origina este período de transición en que vivimos actualmente.
La decadencia de la civilización materialista demuestra, sin asomo de duda, el monstruoso error en que incurren aquellos para quienes la religión y el espíritu religioso, era en general “el opio de los pueblos”; aquellos para quienes la vida no tiene sino un solo fin: “enriquecerse”, elevar su situación social y material; aquellos para quienes el amor al prójimo, la fraternidad, la propia perfección, el desprendimiento interior son letra muerta, u objeto de risa o, aún más, de malentendidos, discordias, y a veces de golpes. Todos estos seres están allí confundidos y atemorizados, y ante las catástrofes que se suceden sin interrupción, ante la tensión que desde hace 10 años, roe y exaspera las relaciones de los humanos, se preguntan si verdaderamente no se les escapa algún valor. Se ven forzados a reflexionar sobre este pensamiento de Pascal: “¿Se puede siempre dudar del valor eterno del hombre y de un más allá dirigido por Dios? Si no hay nada y es error, nada se pierde, mas si hay una Eternidad, se la gana; y el juego vale la apuesta”. Y la vuelta sobre sí mismos de todos los seres que van por la vía de buscar a Dios, así como la concentración de fervor, anuncian una nueva edad. Cada 2.000 años, más o menos, el Sol recorre un arco de 30 grados sobre la pista zodiacal y de hecho penetra en un signo nuevo, cuya figura simbólica rige la forma religiosa y filosófica y toda la orientación de la cultura en general. Nos encontramos actualmente en un período de transición debido a que el Sol está a punto de entrar en la constelación del Aquarius.5 Lo mismo que una estación no se define de un día para otro sino que toma un poco de la anterior, así sucede con una era astronómica nueva: se infiltra en la anterior y hace nacer allí un nuevo espíritu, una manera de ser y de ver distinta, que deja prever a los espíritus avisados lo que será la dirección general de la vida, con la comprensión que los hombres tendrán, la manera como la vivirán, con qué fin y con qué medios.
Se trata entonces, de preparar los espíritus, de los que profundizan, a fin de que ellos mismos puedan anunciar la buena noticia de la Nueva Era (Aquarius). Para alcanzar este objetivo se necesitan tres cosas:
Reunir todas las sectas a fin de hacerlas salir del dogma o de cierto fanatismo religioso.
Establecer colonias espirituales donde será aplicado todo un programa de investigaciones y trabajos con el fin de instruirlos en el Conocimiento, de manera que todos los hombres, en virtud de conocerse, procedan como hermanos los unos con los otros.
Fundar Centros de Estudio en todos los barrios de todas las ciudades y poblaciones, para estudiar la nueva manera de vivir, de pensar y de sentir, así como nuestra reacción y superación al ambiente, en una palabra, estudiar las leyes que rigen el Universo para estudiar a Dios.
Es del segundo punto que vamos a tratar hoy.
Se está elaborando en Venezuela, a unos 100 kilómetros de Caracas, una primera Colonia.6 Consideremos dos puntos de vista: la vida material y la vida espiritual. La segunda no podrá desarrollarse plenamente y no podrá dar todos sus frutos si no se asegura la primera de una manera digna. Los pensadores de toda especie, desde Santo Tomás de Aquino hasta Swami Vivekananda están de acuerdo en reconocer que una vida espiritual fecunda no puede desarrollarse plenamente sin antes asegurar la vida material. Si el demasiado bienestar es freno a la evolución interior también una gran pobreza le es nociva. Por eso el primer punto del cual nos estamos ocupando es el arreglo material de la colonia, con el fin de poder asegurar a los que vengan a vivir allí, una mesa y un techo convenientes; sin lujo, pero sin paralizadora pobreza. En cuanto al programa de trabajo intelectual será el objeto de otra conversación. Por el momento veamos lo que más urge, que es poder recibir a los simpatizantes que esperan residir en la Colonia lo más rápidamente posible; ya después, cada uno contribuirá con parte de su trabajo a perfeccionar lo que se haya comenzado. Se organiza en una propiedad que un adepto a puesto a disposición. Todos los elementos necesarios existen: casa de habitación, agua, luz, árboles, pero faltan arreglos muy importantes. Por ejemplo, se ha previsto instalar una piscina en la parte alta del terreno, que será alimentada por el agua corriente que viene de la montaña: al salir de la piscina, el agua pasa por el lavadero y de allí llega a regar la huerta. Asimismo se ha emprendido la tala y poda de los árboles frutales con el fin de aumentar su producción tanto en calidad, como en cantidad. El objeto de estos trabajos es poder bastarse a sí mismos, crear en cierta manera una pequeña autonomía, mediante la cual el trabajo de todos aprovechará a cada uno, y el de cada uno a todos. Para el futuro, cuando hayamos arreglado las necesidades más urgentes, estos trabajos que ahora nos apuran un poco, habrán tomado un curso normal, lo que permitirá consagrar cierto tiempo a las labores de tejido, moldura, dibujo, encaje, etc., que cada uno podrá hacer según su gusto, para su satisfacción y su perfeccionamiento particulares y para un fin de decoración estética, o venta en provecho de la colonia.
Después de haber examinado estas cuestiones y meditado este programa, el Maestre pensó que esta propiedad de que se dispone actualmente, es insuficiente para compensar a su vez las obligaciones a las cuales serán sometidos sus moradores, y satisfacer la parte de libertad que les toca, que podrán emplear a su gusto: lectura, correspondencia, meditación, oración, trabajos personales, que exigen el silencio y la soledad. A fin de arreglar este vacío, el Maestre acaba de comprar una segunda propiedad que colinda con la primera y será arreglada de manera un poco distinta. La primera será reservada para usos en conjunto, para la vida en común, con piscina, terreno de deportes y cultura física, jardín de placer, lavadero, cocina, así como las ocupaciones de orden intelectual, conferencias, pláticas y cursos. La segunda propiedad se ha destinado para trabajos y ocupaciones de orden más personal y más silencioso, con biblioteca, lugar de descanso, celdas individuales donde cada uno podrá venir a meditar, y allí se ha previsto una plantación de olivos, árboles de Paz, a fin de imponer la calma y la serenidad necesarias. No hay que pensar que únicamente vendrán hombres y mujeres solos, sino también matrimonios y familias, por lo que hemos considerado también que sea un lugar un poco retirado y especialmente adecuado para los niños, que deben jugar y brincar sin que sus gritos o juegos puedan molestar a alguien. Actualmente se está estudiando un nuevo sistema de educación, con tendencia a hacer de estos niños seres completos con espíritus sanos.
Queda por establecer el programa material que necesita tal realización espiritual. Así, se está desarrollando en Venezuela dicha primera colonia espiritual, no muy lejos de Caracas, donde ha sido puesta a disposición de los Misioneros esta finca para arreglar un primer centro naturista, abierto a todos aquellos que quieran ir a vivir definitivamente o a pasar allí una estadía más o menos larga. El establecimiento de varias colonias de esta naturaleza se ha proyectado en ciertos países de la América del Sur, para crear una ruta espiritual que atravesará el continente americano, de donde debe surgir el fuego regenerador de la Nueva Era (Aquarius) que alumbrará al mundo durante los 2.000 años por venir. Las colonias se caracterizan por el hecho de que su producción debe alimentar a los adeptos que vivirán en ella, donde cada uno podrá ejercer una actividad manual o intelectual que le sea particular para traer una originalidad y una diversidad a la vida en común. Por otra parte, cada día se consagrarán varias horas al estudio de las religiones, etnografía, filosofía, astrología, magnetismo, simbolismo, esoterismo, con el objeto de formar Instructores, quienes, a su vez, podrán exponer a nuevos simpatizantes lo que el espíritu del Aquarius significa, lo que es la Nueva Era.
He aquí un plan de trabajo inmediato, cuyo objeto desinteresado tiende a preparar hombres de la Nueva Era, obra sobre la cual os rogamos reflexionar, interesarse y participarnos vuestra opinión, manifestándonos vuestras críticas y sugerencias, ayudándonos materialmente si podéis, y con vuestras oraciones si habéis comprendido toda la magnitud y nobleza del fin, con el objeto de que este haz de Fraternidad crezca, se conforte y nos ilumine a todos.
Las ideas expuestas aquí no son nuevas ni personales. Han sido anunciadas por todas las Escrituras Sagradas, desde tiempos inmemoriales, en toda creencia y por todas las religiones, cualesquiera que hayan sido sus orígenes y cualesquiera que fueren sus deformaciones posteriores. Actualmente 80 millones de seres humanos que han buscado la Luz, están de acuerdo para reconocer en los tiempos actuales el final de una era, caracterizada por “la dificultad de los tiempos venideros” (II Timoteo, Cap. 3, ver. 1). Pero una idea tan próxima a la Verdad no está destinada a quedar en el terreno de conversaciones ni exposiciones orales; es necesario que para fecundar y dar frutos sea aplicada a la vida práctica y material, de la cual dependemos tan estrechamente.
Se debe hacer notar que desde hace unos cien años, los cataclismos, guerras, epidemias, psicosis malsanas, han creado “paredes” en la familia humana, entre muchas otras, las de personas que ponen estas catástrofes a su nivel personal, atribuyéndoles causas económicas, políticas o sociales, y las de personas que han tratado de penetrar las causas fundamentales y que sitúan el problema en la escala cósmica, por decirlo así, dándose perfecta cuenta de que no hacemos los acontecimientos sino que los padecemos. Y entonces, muy naturalmente provienen de todo ello las cuestiones angustiosas del sufrimiento, del mal, de su razón de ser, de la injusticia aparente con la cual azotan a los humanos. Y también, sin poder contestar a estos inquietantes puntos de interrogación, se busca el remedio. El único medio que poseemos en este tipo de investigación es la comparación con el pasado. ¿En qué momentos de la historia registramos tales crisis, de qué signos característicos se acompañaron? ¿Qué pasó con las civilizaciones y pueblos que los padecieron, qué medios empleaban para reaccionar, y qué les aconteció si su espíritu se abrió demasiado tarde? Tantos puntos necesitan largas explicaciones, lo que no es nuestro objeto aquí, aunque trataremos de hacer entrever su mecanismo, y luego nos será fácil establecer un paralelo con nuestro estado de civilización.
Se debe notar que los imperios y naciones que han dominado en el mundo antiguo, nos han dejado al mismo tiempo que notorios hechos (hombres y fechas históricas, administrativas o civiles) su mitología. Y concienzudamente nosotros entresacamos, clasificamos y aprendemos en las escuelas y colegios oficiales únicamente la enseñanza de la primera parte, a fin de obtener conclusiones; hacemos una ciencia oficial y entonces denegamos a priori toda seriedad a las mitologías, que se encuentran definidas, por miembros de academias, como simples “discursos fabulosos cuyo interés es particularmente objeto de erudición clásica”. Sin embargo, estos imperios indogangético, medo-persa, egipcio, griego y latino, eran gobernados por sacerdotes y ninguna decisión importante era tomada sin consultar a estos Colegios de Iniciados. Esas monarquías eran sometidas a la autoridad y sabiduría de los sacerdotes, de los cuales era el Rey, muy a menudo, el pontífice, y toda su ciencia sagrada nos ha sido transmitida detrás de la forma de los hechos heroicos y mitológicos. Un fenómeno se reproduce siempre en estos gobiernos y su repetición ha llamado la atención: que la decadencia de la civilización comenzaba a partir del momento en que la idea religiosa y la dirección religiosa eran excluidas del poder. Los primeros que se relajaron fueron los principios morales; no estando sometidos a reglas de ayuno, ablución, abstinencia, disciplina interior, rápidamente se corrompían las costumbres. El equilibrio y el espíritu de sabiduría abandonaban poco a poco a los pueblos y a sus dirigentes; las naciones guerreaban minando así la estabilidad del orden económico y social, y en poco tiempo la fortaleza material y social, intelectual y espiritual del momento que conducía al mundo, se hacía pedazos abriendo ampliamente las puertas a las invasiones militares sin defensa moral, sin dígito indicador ante las tentaciones y psicosis que se apoderaban del alma colectiva del país.
¿Y a qué asistimos en Europa, Oriente y en toda una parte de África sino a un ejemplo de este tipo?
“Sabe que en los últimos días habrán tiempos difíciles. Pues los hombres serán egoístas, amigos del dinero, fanfarrones, soberbios, blasfemadores, rebeldes a sus padres, ingratos, irreligiosos, insensibles, desleales, calumniadores, intemperantes, crueles, enemigos de la gente de bien, traidores, arrebatados, hinchados de orgullo, amando el placer más que a Dios…” (II Timoteo, Cap. 3, ver. 1 a 5).
Hemos creído que las necesidades del hombre se limitaban a las manifestaciones exteriores, y por eso expresamente ha sido borrada de la preocupación de los conductores de naciones, toda aspiración del sentido estético, ético y espiritual, sin darse cuenta de que es una verdadera mutilación. Y estamos sorprendidos de no poder seguir viviendo en el verdadero sentido de la palabra. La vida responde siempre del mismo modo cuando nos damos a transformaciones de sustancia sin consultarla: ella se debilita.
Es exactamente lo que está sucediendo en el mundo actual. Sin aprovechar la experiencia del pasado, hemos cortado sin escrúpulo alguno toda la vida religiosa e interior de nuestras existencias; la mística de antiguas autocracias y teocracias ha sido suprimida dejando un vacío que no sabemos con qué llenar y en el cual vienen a alojarse todos los virus por los cuales morimos. Lo primero que hay que hacer es conciencia de nuestra dignidad de hombres, de Hijos de Dios, con todas las elevaciones y deberes de tal estado. No traicionemos más nuestro origen y nuestra vestidura de Luz; no podremos continuar viviendo en tales condiciones.
Muchas personas, después de los años terribles y dolorosos en los cuales hemos vivido y continuamos viviendo, se están dando cuenta de que estábamos atrofiados y que nuestros males provenían de nuestra irreligión. Sintiendo la imposibilidad de reformar al mundo entero y de traerle una consideración más sana de las cosas, estos pensadores tratan de salvarse ellos mismos adhiriéndose a agrupaciones de investigaciones espirituales y de Fraternidad Universal. Pero cada una de estas agrupaciones trabaja en la oscuridad, en el silencio, en busca de la Verdad, pero sin tratar de propagarla. Mas la hora ha llegado para que las fuerzas del espíritu vuelvan a tomar el puesto que les pertenece en la vida de los hombres y restablezcan el equilibrio destruido por nuestra civilización demasiado material; es necesario -y de modo urgente- hacer salir a todas las sectas del dogma y de cierto fanatismo religioso que las limita más o menos y hacer volver a cada una a la pureza de su primitiva enseñanza, que ha padecido deformaciones causadas por intereses privados, que se han deslizado en este terreno que no les era propio.
En tal estado de cosas, nos vemos obligados a concluir que las enseñanzas son las mismas, y que en todas partes, budistas y mahometanos, cristianos con todas las sectas y “sub-sectas” a quienes estas grandes enseñanzas han dado nacimiento, predican el amor del prójimo, el amor a la Verdad, el desinterés, la pureza de pensamientos, palabras, actos, la paternidad de Dios única para todos, la posibilidad dada a todo ser de nacer nuevamente en el respeto de la chispa divina que está en él y en todos los demás hombres: sus hermanos. La hora ha llegado de poner a la luz todas estas Verdades, y de hacerlas regir en la humanidad. Es el espíritu, es una adhesión al espíritu de Fraternidad Universal que nos trae la Nueva Era, la del Aquarius. Y el espíritu de fusión de la Misión del Aquarius ve todas las enseñanzas existentes ya desde muchos años, concretizarse y enriquecerse de fuerzas nuevas a fin de preparar la humanidad del mañana.
Han pasado los tiempos de la enseñanza subterránea, llena de misterios inexplicados, donde la luz era cuidadosamente tamizada, donde toda instrucción tomaba un aspecto de ocultismo malsano.
La Misión del Aquarius no es una nueva religión, es la vuelta de la Religión única en su esencia, cualesquiera que fueran sus formas filosóficas, culturales o iniciáticas, de las cuales se han servido sus apóstoles para hacerla entrever a los hombres según su edad (su grado de adelanto cósmico, sus experiencias, su grado de comprensión y evolución).
La Nueva Era (Aquarius) trae la disolución de las cristalizaciones convertidas a la larga en dogmáticas, fanáticas e intolerantes. Ahora se cumplen, después de tantas otras, las grandes profecías relativas a la Era del Aquarius, caracterizada por el esclarecimiento y la explicación de misterios hasta ahora enseñados de una manera velada y simbólica: una conciliación entre el espíritu y la letra, por una instrucción inductiva y deductiva, por un espíritu de síntesis que sucede al de análisis, por un equilibrio que concilia las vías intuitivas, imaginativas y sensitivas, y las vías de razonamiento, deducción y positivismo científico y matemático.
Todo este programa no es nuevo y muchas organizaciones internacionales colaboran con la Misión del Aquarius, cuya jerarquía no representa una secta con sus adherentes y cotizantes. La Misión del Aquarius existía hace mucho tiempo en letargo, por decirlo así, su manifestación no era sino simbólica, latente. El momento ha llegado (por la influencia cósmica, una ley astronómica) para que tome una forma material, una existencia tangible. Desde hace muchos años el espíritu del Aquarius reina en millares de individuos y el Consejo Supremo de Dirección Espiritual ha preparado con la ayuda de sus organismos y vehículos los Instructores para este nuevo Orden, para el cual la GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL solicita la colaboración de todas las sectas y movimientos y grupos esotéricos. La Iglesia Católica Agnóstica, The United Christian Church Movement, The Free World Association, el Gran Consejo de la Iglesia Mundial Budista, el Movimiento del Renacimiento Espiritual Budista, el Movimiento Bahai, el Movimiento Suffí, The Society of Silent Unity, la Institución Universal de Rosacruces, la Asociación Mundial de Masones, The London Spiritualist Alliance, la Orden de Rishis de Occidente, la Fraternidad Universal (Instituto Neo-Pitagórico), le Cavallieri della Pace, el Renacimiento Espiritual Oriente-Occidente, Los Caballeros del Moderno Graal, The Chinese Spiritual Center, la Orden Verdadera de Anagarikas, la Iglesia Liberal y casi 200 otras organizaciones se unen a la Unión Espiritual Universal que ha dado el impulso a la Nueva Era que acaba de concretizar la Orden del Aquarius.
Es hacia un nuevo humanismo que tiende la Misión del Aquarius, heredado por el conducto de todas las gnosis y filosofías del espíritu de sabiduría y de la ciencia, humanismo caracterizado por un principio de reencuentro de los manantiales de práctica y respeto de toda creencia, de universalidad, donde la fuerza y el valor de cada uno servirán a la comunidad entera para el bienestar de todos, a fin de evitar las apropiaciones egoístas y personalistas de ventajas adquiridas sobre los planos material, intelectual y espiritual. La Misión del Aquarius se constituye en comunidad de almas libres y de buena voluntad con un objeto de reorganización mundial de manera que todos los hombres aprendan a vivir, según las condiciones impuestas por la vida misma, es decir, en espíritu y en verdad, buscando la salud física interior, la claridad del interno desapego, en una palabra, a vivir cósmicamente, integrándose a la obra de la Creación entera, donde sea necesario y donde cada engranaje basta a la buena marcha del conjunto. Todas las limitaciones políticas y económicas, sociales, monetarias, idiomáticas, son trabas al desarrollo del hombre real, de la entidad cósmica que está en nosotros. Debemos vivir con el Universo y no contra él. Si debemos someterlo, debemos sobrepasarlo, y para sobrepasarlo se necesita vivir aún en él e integrarlo.
La Misión del Aquarius se propone hacer conocer la Nueva Era y participar en su implantación elevándose por sobre todas las concepciones filosóficas y religiosas para poder llevarlas a una Fraternidad más real en una comprensión y un amor igual de cada uno para todos y todos para cada uno. La Misión del Aquarius no se confunde con ninguna secta y no se opone a ningún culto. Todo su programa espiritual se resume en un esfuerzo colectivo para la regeneración de la especie humana, con un propósito amplio y dominador de los grandes problemas que rigen la vida a fin de obtener el desarrollo completo y armonioso de los valores que dan al ser humano toda su nobleza; es en síntesis el cumplimiento de una acción.
Todos los organismos, reuniones, sectas, instituciones, sindicatos, que crean en la supremacía del espíritu y estén interesados en nuestro trabajo, quedan invitados fraternalmente a darnos su impresión y a sugerirnos sus ideas. Se garantiza su absoluta independencia y autonomía: no buscamos hacer conversiones; tratamos únicamente de formar un haz luminoso de todas las partes de la verdad que están diseminadas en todas las religiones; queremos dar el ejemplo de disciplina y de trabajo impersonal en provecho del más alto ideal: impersonal no quiere decir autómata, es la utilización de las competencias, la nota individual en provecho de una comunidad, el carácter personal en provecho de la colectividad. El mundo entero está actualmente en un torbellino de fuerzas que chocan en caos destructor y la humanidad sufre una incertidumbre y un malestar, que obligadamente le impide florecer. Únicamente el Amor y la Fraternidad Universales pueden desbaratar estas cadenas y salvar al mundo. Es por esto que la Misión del Aquarius hace un llamado a todas las buenas voluntades y a todos los seres que han comprendido el peligro que corremos a fin de hacer un dique con todos los fervores, todas las sinceridades, todos los amores y fraternidades, contra el ejército de las fuerzas negativas del odio, del interés personal, del mal en general, con el solo fin de que se cumpla en toda su amplitud el maravilloso mensaje de Pascuas: “Gloria a Dios en las alturas y Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”.