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Despertar latinoamericano

Por: Héctor Saldierna

Los últimos acontecimientos políticos y económicos en el continente americano plantean un rumbo orientado hacia políticas públicas con un mayor sentido social y buscan guardar una mayor distancia de Washington que en  las últimas décadas ha endurecido una posición de sumisión a través de los organismos internacionales.

La tendencia democrática de los pueblos de América Latina ha sido cada vez más evidente. El triunfo del candidato de izquierda de Colombia, Gustavo Petro, es una clara manifestación del giro que tiene ahora la región americana que se suma a países como Argentina, Chile y México.

Es previsible que en los próximos meses también haya una tendencia en ese mismo sentido en el Brasil, donde se espera una victoria electoral de Luiz Inacio Lula da Silva.

A esto se suma también la debilidad que ha mostrado en su interior el poderoso país de los Estados Unidos, cuyo arribo de Joe Biden estuvo sumido en la polémica y la discusión, aderezado con el asalto al Capitolio encabezado por Donald Trump, el candidato derrotado.

Todo ello está contribuyendo para que haya una transición del estatus de poder en la región, donde también el poderoso país asiático, China, está jugando su propio papel de apoyar económicamente a América Latina  a través de préstamos a grandes proyectos.

Lejos están los tiempos de junio de 1944 cuando con base a los acuerdos de Breton-Woods, se establecieron las bases para la creación del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, que fue el antecedente del Banco Mundial y que a través de créditos y préstamos han dominado durante muchos años la política económica de la región.

Ya para los años 80 se creó el Consenso de Washington, con lo que se agudizaron las políticas  económicas fundamentadas en la privatización de las entidades públicas, con el propósito de disminuir la influencia del Estado y empoderar al sector privado, ente dominante de la actividad pública.

En México esa política fue implementada por un alumno  muy aventajado de Harvard, que a su llegada en 1988 empezó a privatizar en forma salvaje a las entidades públicas, argumentando que era necesario resolver los grandes males, la pobreza del país, a través de la venta de los activos.

Fue solamente un engaño y una falacia que condujo al país al incremento de la masa de pobreza de grandes sectores de la población y, en contraste, solo unas cuantas familias se beneficiaron de las ventas de garaje.

Los investigadores Rubí Martínez Rangel y Ernesto Soto Reyes Garmendia, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UNAM), en su ensayo El Consenso de Washington: la instauración de las políticas neoliberales en América Latina, describen:

En primer lugar, se apunta una visión histórica que vincula los Acuerdos de Breton Woods con los del Consenso de Washigton, así como el papel que desempeñan los organismos internacionales para el desarrollo económico en la región latinoamericana. Además, se describe la situación y las condiciones económicas en las que se encontraba la región antes y después del Consenso de Washington; se pretendía demostrar que a 21 años del Consenso, sus políticas siguen vigentes y son las más influyentes en las economías de muchos países de América Latina, gracias a que éstas forman parte de las condiciones que los organismos internacionales imponen a sus países miembros, principalmente cuando éstos necesitan préstamos.

Finalmente, se estudia cómo dichas políticas económicas han provocado una “rebelión económica” por parte de varios países de América Latina, los que han generado un influyente bloque contra el Consenso de Washington.

Esta investigación, por supuesto, arroja luces en torno a las condiciones sociales y económicas que ahora vive la región. Las elecciones de este año han demostrado la tendencia que ahora tienen los países de esta zona geográfica. Colombia es el ejemplo más significativo y luego de muchísimos años con política sujeta a los intereses de los EU, ahora su orientación será en otro sentido.

El futuro inmediato se observa interesante. Cada vez será menor la penetración estadunidense y en la medida que va menguando su poderío interno, ahora ensombrecido con balaceras en instituciones educativas y la decisión de la corte de prohibir el aborto, entre otras consideraciones, muestran a una nación que se encuentra en una etapa de franco declive.

¡Y hasta la próxima!.