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Los acomodos de MORENA y de la oposición

Por Alfredo Bielma Villanueva

Mañana se sentarán a la mesa el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno y algunos de los expresidentes de ese partido para analizar lo conducente a la reactivación partidista, por supuesto, un punto central será el relativo a la salida del famoso “Alito”, tan necesaria como urgente. Concretar este último propósito dependerá de los “argumentos” que en sus alforjas lleven lo anfitriones de Moreno, quien debe sopesar su circunstancia: o se convierte en el sepulturero del PRI o coadyuva al intento de reactivarlo evitando se convierte en otra entelequia partidista cual ya lo es el PRD, con el agravante para el tricolor de ser repudiado como aliado, como ya se advierte en algunas voces del panismo. Esa necesaria interlocución entre la nomenclatura priista pudiera ser el antes y el después para esa organización política, que corre el riesgo de convertirse en un partido en condición de paria electoral obligado a participar electoralmente solo camino a su inevitable extinción. De superar el PRI esa instancia con la renuncia de Alito a la presidencia pudiera procederse de inmediato a la reestructuración de los cuadros directivos estatales pues, como ocurre en Veracruz, navegan sin rumbo definido en tránsito al seguro naufragio. Ciertamente la oposición enfrenta, entre otros este escollo ya que, mientras MORENA informa que para julio dará a conocer nombres de sus precandidatos en Coahuila y el Estado de México, la trilogía opositora enfrente la tozuda actitud del coordinador nacional de Convergencia, Dante Delgado, empecinado a jugársela solo, al margen de la Alianza, en base a un supuesto proyecto ciudadano a presentarse en enero próximo. Obviamente a Movimiento Ciudadano no le alcanza el fuelle para competir con MORENA, su falta de estructura partidista a nivel nacional se evidencia en los votos que consigue, buenos si se suman en un colectivo opositor, realmente inútiles para competir. ¿Colosio su candidato? ¿Quién es Colosio? AMLO lo ensalza, por supuesto, presto para fomentar la difusión de su “imagen” y convertirlo en “un dulce” candidato opositor a ña continuación de su proyecto. En frío, es sugerente la idea de una alianza opositora con MC incluido, así pudieran competir (si el PRI se reactiva, claro) si no, como dijera el gallego, no.  Tétrico escenario, ni para donde hacerse, salvo que finalmente la oposición se consuele con competirle a MORENA no en base a alcanzar la presidencia de México, sino en obtener la mayoría en el Poder Legislativo, esto último cabe en lo especulativo, pero sin duda es una premisa en potencia signo de los tiempos del cambio.