Columnistas

Más inflación, más pobreza.

Por Rafael Arias Hernández.

Mutatis mutandis.

La nueva realidad no es un simple regreso a una normalidad, que no existe, que ya no, es más.

La inflación tiene un indicador general, que llega a 7.36 % para 2021, considerándose la más alta en 20 años; pero lo importante es resaltar que aumenta para 2022, llegando a 7.58% al quinto mes; y que dicha la inflación es mayor, dependiendo el grupo que compra y los bienes y servicios que adquiere, llegando en muchos casos a ser superior al 15%, ocasionando pérdida de capacidad de compra. Hay varios tipos de inflación.

Importante conocer los alcances del aumento de precios y del deterioro en la capacidad de compra y el incremento de la pobreza.

Además, es imprescindible entender la magnitud y alcances del cambio, hay que reconocer que en los últimos tres años las crisis se agravaron, entre otras causas, por los efectos pandémicos que algunos llegaron para quedarse; los conflictos internacionales de alcances mundiales, como el de la ocupación de Ucrania; la aceleración de crisis económicas, bajo la presencia y crecimiento de efectos inflacionarios de larga duración; y el inocultable aumento del empobrecimiento, de millones y millones de seres humanos. Luego entonces, es vital aceptar que debemos identificar y valorar el alcance de los daños causados y las oportunidades de recuperación y activación para mejorar.

Preocupantes las recientes declaraciones de Mario Cimoli, encargado de la Comisión Económica para la América Latina (CEPAL). Para empezar, señala que la inflación no es temporal o circunstancial y que se va a padecer más tiempo del que se ha dicho; y además, que sus efectos inmediatos ya se hacen sentir, con el aumento inocultable de millones y millones que han caído y caerán en la pobreza y el hambre. (Antonia Laborde. El país.070622)

“El modelo económico cambió y no sabemos los efectos que tendrá,-según Cimoli, lo que si se sabe es -…que tendrá efectos más persistentes sobre la inflación de los que la gente se imagina…elevaran este año la pobreza de Latinoamérica y del caribe a 33.7% y la pobreza extrema a 14.9%…”

Lo importante que hay que destacar, es precisamente tanto el retroceso que causa el incremento de precios, como la situación de estancamiento o bajo crecimiento, así como los efectos pandémicos, de seguridad pública y de inestabilidad política, mismos que constituyen diversos aspectos importantes que las políticas gubernamentales no han podido atender en gran parte, ni con toda oportunidad.

Así que al bajo o nulo crecimiento hay que agregar el inocultable aumento de precios y, como consecuencia, un mayor empobrecimiento y cuestionamiento de las incapacidades y desaciertos gubernamentales. Por lo cual, el representante de la CEPAL, recomienda fortalecer los ingresos públicos para ampliar el alcance fiscal, como importante factor de impulso al desarrollo.

La cuestión es que, también se ha hecho escuchar la necesidad de impulsar una mayor y efectiva participación ciudadana, que se avoque, entre otros temas, a depurar y regular, evaluar y mejorar la presencia y funcionamiento de los diversos ámbitos de gobierno, así como erradicar y combatir la delincuencia que les afecta, en muchas formas.

Lo importante no es dejar hacer y dejar pasar, sino organizarse y actuar de inmediato, con más y mejor responsabilidad y capacidad social. Empezar con impulsar la presencia y contribución ciudadana y social, en la solución de conflictos y problemas que se padecen o prevén.

No se puede atender bien y a tiempo, lo que no se logra entender en su importancia y trascendencia, en su magnitud y complejidad. Entender más para atender mejor es parte central, del viejo y comprobado motor de acción y decisión, orientado a la consecución de aciertos, logros y avances, y a la disminución de errores, fallas y pérdidas.

Entender lo que se quiere y saber lo que se puede hacer, son virtudes esenciales para iniciar la acción y sostener el esfuerzo.

Las cuestiones gubernamentales, en general son más amplias y complejas de lo que se dice. Su teoría y práctica implica, entre otros aspectos la atención oportuna de suministro de cuantiosos recursos públicos, así como la eficaz realización de las actividades y servicios institucionales, que la población reclama.

Unos y otras, recursos y actividades, determinan el alcance y cobertura de la presencia y efectividad gubernamental. Elemental que deben ser incluidos en los presupuestos de ingresos y egresos, así como en planes y programas correspondientes que, sin excusa ni pretexto, deben ser evaluados para conocer sus resultados. En todo caso, es obligatorio mantenerse informado sobre la situación económica y su evolución. ¿Qué hacer ante una inflación persistente? ¿Se deben aceptar y padecer limitaciones y sacrificios crecientes? ¿Debe ser el empobrecimiento la única alternativa?

Lo electoral es importante, pero participar siempre es lo determinante. Imposible ignorar o minimizar, negar o minimizar que los problemas exigen atención, para encontrarles la mejor solución.

-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH