O P I N I Ó N
No solamente muy interesante, sino también de gran importancia y como un llamado de atención, debe tomarse la decisión de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de haber invalidado el Presupuesto de Egresos 2022 del Instituto Nacional Electoral (INE), que ya había sido avalado por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Con cuatro votos a favor y uno en contra sobre la controversia Constitucional que había presentado el INE, en contra de la reducción a su presupuesto previsto para el año en curso por aproximadamente la cantidad de 5 mil millones de pesos.
El proyecto de presupuesto aproximado presentado por el INE para cubrir todas las actividades que ha llevado a cabo y llevará durante este 2022 fue de 24, 648 millones de pesos. De los cuales 5 mil 821 millones son para el financiamiento público de los partidos políticos. 13 mil 84 millones de pesos, para cumplir con sus funciones y la organización de los seis procesos electorales que se llevarán en el mismo número de entidades federativas y 5 mil 743 millones de pesos, para gastos de la inútil revocación de mandato.
La Cámara de Diputados tiene 45 días hábiles para que una vez notificada de la sentencia, analicen y aprueben nuevamente el presupuesto del INE para el 2022.
La decisión tomada por la Primera Sala de la SCJN, se debe a que los legisladores no dieron ninguna explicación para imponer el recorte presupuestal. Sí insisten en el recorte tendrán que ofrecer una motivación, en otras palabras presentar argumentos serios de fondo y razonados que justifiquen no respetar el anteproyecto que mando el INE.
Pero como se conoce el comportamiento de la mayoría de los integrantes de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), se prevé bastante difícil logren echar abajo la decisión tomada por la SCJN.
Por lo que seguramente las cosas quedaran como están, siendo que esta decisión de la SCJN, además de llamar la atención por lo proclive que ha sido en la mayor parte de sus decisiones hasta la fecha en favor de los intereses de la mal llamada cuarta transformación (4T). Esta última tiene una gran valor, pues garantiza la autonomía de los entes autónomos de esta Nación, así como también los derechos político-electorales de los mexicanos, con lo que se fortalece el Estado de Derecho y la amenazada incipiente democracia que se vive en México. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el lunes.