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Las «profecías» de Bill Gates

Por Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEÓN

Ya se sabe, Bill Gates es uno de los hombres más acaudalados de este planeta, aunque ignoramos si también es uno de los hombres mejor informados del orbe debemos aceptar esa posibilidad porque tiene recursos de sobra para allegarse información de primer nivel en todos los órdenes del conocimiento. Como fuere, Gates ha insistido en que la pandemia del Covid 19, si bien se ha desacelerado, no necesariamente ha concluido y podría tomar nuevo vuelo, en lo cual coincide con la desesperada actitud de la Organización Mundial de la Salud para recordarle a los gobiernos de los diferentes países la perdurabilidad de esta pandemia, que de ninguna manera ha concluido. En este sentido, la Organización Panamericana de la salud señala a nuestro país como en tránsito de un “periodo interpandémico”, sin embargo, llama a no descuidarse ni relajar las medidas disciplinarias porque reporta un posible rebrote afectando sobre todo a población de entre 18 a 29 años y de 30 a 40 años, más aún a quienes no se han vacunado. Pero, aún hay más, Bill Gates también ha anunciado la probable aparición de otra pandemia, tanto o más letal que la del covid 19 y convoca a los hombres de ciencia a estar pendientes de la probable aparición de un nuevo azote de la humanidad. Este magnate nunca se ha significado por un falaz protagonismo porque ninguna necesidad tiene, por lo mismo no estaría de más permanecer alertas, más aún cuando al interior de la ciencia médica empiezan a preocupar los brotes de “hepatitis aguda grave de etiología desconocida” (así calificada por el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica ((CONAVE)>, que advierte de esa posible presencia a unidades médicas de primero, segundo y tercer nivel para, en su caso, notificarlo inmediatamente. Ya han aparecido casos en Gran Bretaña e Irlanda, Noruega, España, Italia, Estados Unidos de América, etc. No se trata de una alerta catastrófica, pero lo mejor es no bajar la guardia y permanecer atentos al llamado de las instituciones de salud. Bien decía el gran Cervantes Saavedra: “bienvenido mal, si vienes solo”.