Prosa aprisa
Un mes después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó el artículo 331 del Código Penal de Veracruz, que tipificaba el delito de ultrajes a la autoridad, a la fecha no ha surtido efecto, mientras tanto permanecen en prisión miles de veracruzanos acusados de ese delito.
El 28 de febrero, un día antes de que iniciara marzo, que termina este jueves, la Corte se pronunció. Abogados penalistas comentaron oportunamente que desde el día 3 los detenidos pudieron solicitar su inmediata liberación, pero todo está parado mientras las autoridades se echan la culpa de que no se haya acatado la sentencia.
El 16 de marzo, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, declaró que ya se había obedecido la determinación de la SCJN y que ya se había notificado al Poder Judicial del Estado, por lo que se debía citar a audiencias para liberar a los detenidos.
El también coordinador de la bancada de Morena expresó entonces que existía la idea equivocada de que desde el Congreso se tendría que hacer una adecuación al código para derogar el delito, pero que no era necesario; que ya se había cumplido, eso a pesar de que no se había publicado nada en la Gaceta Oficial del Estado.
Sobre los jueces que se han negado a citar a audiencias para sobreseer el delito y liberar a los detenidos, expresó que era responsabilidad del Poder Judicial, cuya titular es Isabel Romero Cruz. “Yo respeto a las autoridades, pero pedimos que se pongan a trabajar en los otros órganos”.
Sin embargo, el martes el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, declaró a su vez que el Poder Ejecutivo no ha publicado la sentencia de la Corte en la Gaceta Oficial del Estado porque el Congreso local no ha enviado la notificación. “Cuando nos lo hagan llegar lo vamos a publicar”.
Así, la justicia en Veracruz chapotea en un pantano de pretextos, no se acata una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ni una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y mientras miles de veracruzanos, víctimas por las que el gobernador dice estar preocupado, permanecen en prisión.
Día de fiesta en Chiconamel
El orgulloso pueblo de Chiconamel celebró ayer la entrega de constancia de mayoría a su nuevo alcalde Alejandro Sánchez Franco, del PRD. Hubo marcha, como se acostumbra, que encabezó el dirigente estatal del Sol Azteca, Sergio Cadena Martínez. Vencer a todo el aparato de Estado era motivo justificado para el festejo.
Vacaciones de Semana Santa, como anillo al dedo para Iván Martínez
La llegada del maestro Iván Martínez Olvera a la Secretaría de Turismo, el jueves hace una semana, ocurrió en el mejor momento para que demuestre que no se equivocó el gobernador Cuitláhuac García Jiménez al confiarle la responsabilidad, ya que su nombramiento se dio en víspera de las vacaciones de Semana Santa, cuando de por sí fluye mucho turismo nacional hacia el Estado.
Llamó la atención que empresarios hoteleros le dieron su voto de confianza, lo que se explicaría por lo que declaró el presidente de la Unión de Empresarios Hoteleros, Región Cultura y Aventura A. C., Carlos Alberto Mesa Bañuelos, de que era con el que venían manteniendo comunicación para la promoción turística, o sea, no con la entonces titular Arbesú Lago. “Con el maestro Iván hemos tenido mucho contacto, nos recibió a la brevedad cuando asumimos la mesa directiva de la Unión de Hoteleros”.
Hacen valer vieja amistad familiar
La amistad de Iván Martínez con el gobernador viene de muchos años atrás, cuando eran estudiantes y sobre todo como hijos de catedráticos del Centro de Estudios Tecnológicos Industrial y de Servicios, o Cetis 14, con sede en Banderilla, donde sus familias coincidieron para fundar ese centro educativo y tuvieron la oportunidad de convivir, conocerse ampliamente y compartir proyectos.
En ese entonces, la maestra Dolores Olvera, madre de Iván, formó parte del grupo de fundadores del movimiento “Utópico” que dio forma a lo que hoy es el Cetis de Banderilla, fundado en 1982, entonces con solo 32 maestros y 109 alumnos, grupo del que también formaron parte el maestro Atanasio García Durán y la maestra Julieta Jiménez Torres, padres del hoy gobernador.
Eso explica la relación de Iván con el Ejecutivo y de que su hermana la doctora Waltraud Martínez Olvera sea la titular de la Oficina de Programa de Gobierno, hijos de familias que entonces soñaban con cambiar a la entidad a través de sus acciones.
Por lo pronto, el escenario está puesto para que Iván demuestre su capacidad.
La hipocresía de Morena
Según el actual gobierno, su principal proclama es primero los pobres.
El presidente se ha llenado la boca acusando a los “fifís”, a los conservadores, a la clase media por aspiracionista (por aspirar a vivir no solo bien sino mejor, a ascender en la escala social y a tener mayores ingresos) y llegó al grado de que el 11 de mayo de 2020, al arremeter contra el modelo neoliberal expresó: “No (se debe) consumir de manera enfermiza. Si ya tenemos zapatos, ¿para qué más? Si ya se tiene la ropa indispensable, solo eso. Si se puede tener un vehículo modesto para el traslado, ¿por qué el lujo?”.
La vida de pachá que lleva su hijo José Ramón, su mansión en Houston de un millón de dólares (20 millones de pesos) con una alberca de 23 metros de largo y la camioneta Mercedes Benz en que se mueve, de 1.5 millones de pesos, cuando se hicieron públicos le callaron la boca.
Pero el sábado pasado me dejó boquiabierto el ex “vicepresidente”, su “hermano”, su consejero de vida hasta febrero pasado, quien se supone que era el alma del gobierno de la política de austeridad, de la proclama de primero los pobres, Julio Scherer Ibarra, con su declaración, su confesión al periodista-columnista Juan Pablo Becerra-Acosta.
Al responder a los señalamientos de que participaba en negocios a través de despachos de abogados, una especie de extorsión, trató de justificarse diciendo que no tenía necesidad y le dijo por qué.
“… le pide a una de sus dos asistentes que le traiga un catálogo inmobiliario lujosamente editado. Lo recibe, no vuelve a su sillón, se sienta junto mí, a mi derecha, en mi sillón para dos personas. Le quito amablemente el folleto, lo observo, lo hojeo.
–Esto es lo que yo hago desde hace diez años con el arquitecto Artigas. No tengo necesidad de otras cosas. Es lo que me gusta hacer, es lo que me hace feliz… –insiste una y otra vez.
Son departamentos no de lujo sino de ultra lujo en Rubén Darío 69.
–Es una calle de las más caras en México, Julio…
–Es la más cara… -se ufana.
–¿Cuánto cuesta el departamento más barato?
–Cuatro millones de dólares.
Cuatro millones de dólares, repito mentalmente: unos ochenta millones de pesos por un departamento súper lujoso en un edificio con todas las amenidades inteligentes y ostentosas que usted pueda imaginar y solo verá en una revista de esas de alta sociedad.
–Eso es lo que me gusta hacer, no necesito hacer otras cosas para vivir.”
¿Es que alguien puede pensar que el ahora ex “vicepresidente” estaba imbuido de una preocupación por los pobres? ¿López Obrador ignoró el negocio de su “hermano”? Pura hipocresía de la 4T.
Anilú acude ante la CNDH contra Ramos Alor
Se advierte que la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, con sus recomendaciones tanto al gobernador Cuitláhuac García Jiménez como a la fiscal Verónica Hernández Giadáns, animó a otras presuntas víctimas a acudir ante su organismo en busca de que se les haga justicia.
Ahora fue la diputada local del PRI, Anilú Ingram Vallines, quien le llevó una queja contra el secretario de Salud Roberto Ramos Alor por la agresión verbal que le hizo el pasado mes de diciembre durante la comparecencia del funcionario estatal, lo cual se ventiló en su momento con un video.
La también presidenta de la Comisión Permanente de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables del Congreso local dijo que el objetivo de presentar su queja ante la CNDH es sentar un precedente para que ningún servidor público ataque de ninguna manera a una mujer.
Aprovechó para entregarle la misma ficha informativa que el año pasado dio a los titulares de la Secretaría de Gobierno, de la Contraloría General del Estado y de la Fiscalía, referentes a las denuncias de trabajadoras de la Segob estatal por presuntos casos de acoso sexual y laboral al interior de la dependencia.
“No podemos ni debemos quedarnos calladas y callados. No es por lo que me dijo un secretario a mí, es por la indiferencia que muchos tienen ante la problemática de las mujeres, es por la indolencia, la inacción por brindar la seguridad que nos corresponde a todas”, argumentó, con razón.
Hablé ayer con la diputada, me dijo que la titular de la CNDH la atendió muy bien sin distinción alguna, en forma generosa y con gran apertura al diálogo, o sea, como debe ser el comportamiento de un buen funcionario.