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Honor, a quien honor merece 

Por Gustavo Cadena Mathey

Al estilo Mathey 

Buen día apreciado lector: 

Antes de ir al tema del que le quiero hablar,  permita hacer referencia a un afamado servidor público del Ejecutivo del estado, el secretario de gobierno Erick Cisneros, quien, si bien tampoco parece afecto al trato con la prensa, merece se destaque la reconsideración de su imagen pública, luego que, tras llamativa acción en Puebla, la Fiscalía del Estado logra exculparlo de tendencioso señalamiento, al detener a “su sobrino”,  ese que con algún grupo de malandros como se difundió no hace mucho, pretendió enlodarlo.  

Pasando al tema principal, vale argüir, que Don Raúl Pimentel Murrieta hoy en trance de Magistrado en retiro, debió alguna vez haber sido Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, y ya no podrá ser. 

Era para que le hubieran rogado aceptarlo; es un gran ser humano: sensible, honesto a carta cabal, capaz, profesional, maestro de maestros que se preparó con esmero y con ansias de superación. Estudió Leyes aquí en la UV, de donde logró ser distinguido y admirado catedrático. En el Poder Judicial Inició como escribiente; es verdaderamente un veracruzano ejemplar. 

El periodista Jaime Ríos Otero recién publicó en Sociedad 3.0 Multimedios: 

“Este viernes, el Poder Judicial de Veracruz pierde a uno de los mejores juristas que han enriquecido sus filas en la historia y a uno de los, cada vez más escasos, letrados que integran el Tribunal Superior de Justicia….”. 

Apenas el pasado viernes Don Raúl sorprendió a sus amigos al participarles por wasap: 

“Cada día de vida es especial, sin embargo, hay fechas que dejan una huella perdurable por siempre en la memoria y marcan el destino, hoy es una de ellas, culmino una carrera judicial de cincuenta años, con vicisitudes y retos, poniendo el mayor esfuerzo para salir avante y superar obstáculos. Quizá inmerecidamente recibo reconocimientos de las asociaciones de abogados, Universidad Veracruzana y del instituto y Politécnica, así como de mis compañeros del Poder Judicial. Empiezo nuevas actividades con el mismo entusiasmo de un adolescente, siempre al cobijo del calor de mis amigos, compañeros de trabajo, familia y múltiples personas que no por casualidad sino por imperio del destino se han cruzado en mi sendero y me acompañan permanentemente. Siempre estaré agradecido y dispuesto a afrontar los retos con el apoyo de ustedes. Gracias por ser mis amigos, porque como decía Helen Keller es mejor caminar con un amigo en la oscuridad que solo con el resplandor de la luz. Atentamente. Raúl Pimentel Murrieta”. 

A su vez, su amigo, el ex titular del Poder Judicial Alberto Sosa Hernández le hizo llegar su satisfacción “de haber coincidido en el lugar donde tanto tiempo convivimos, compartimos angustias, alegrías y satisfacciones, enfrentamos frecuentemente retos, que por fortuna logramos sortear y el más grato placer de colmar nuestros sueños y en esta ocasión ser testigo de que usted ha dejado una huella indeleble en ese sagrado lugar en donde se esforzó valientemente por estar siempre al filo de la navaja emitiendo una serie de resoluciones que serán recordadas por todos aquellos que incursionen dentro de esta actividad que nos tocó desplegar”. 

Honor a quien honor merece.