Prosa aprisa
Hace ya una buena cantidad de años rebasé la edad mínima requerida para poder jubilarme como trabajador académico de la Universidad Veracruzana (UV).
Este año pensé en que debía interesarme en los requisitos para poder hacerlo, aunque no tengo decidido para cuándo, y así es como he ido a parar al Instituto de Pensiones del Estado (IPE).
En días pasados narré aquí que el año pasado una persona del área de Finanzas de la UV, cuando le pregunté por el tema, me sugirió que no lo hiciera. “No hay dinero para pagar”, me dijo.
Con esa idea había estado hasta que, para empezar, decidí renovar mi credencial del IPE, que tenía ya vencida. Para mi sorpresa, me encontré con directivos a los que conozco desde hace muchos años.
También publiqué que por eso me enteré que sí hay dinero para pagar, que se acabó con el rezago que había, según conocidos míos hasta de dos años, e incluso me quedó claro que, cumplidos los requisitos, me pagarían en semanas si decidía retirarme de mi trabajo.
Por lo cerrado de este gobierno, que hace difícil, casi imposible, tener información de primera mano, me quedo con lo que tengo del IPE y me atrevo a expresar que será lo mejor que herede la actual administración.
La semana pasada, la directora general, Daniela Guadalupe Griego Ceballos (por cierto, también de Minatitlán, como el rector de la UV, Martín Aguilar Sánchez), rindió el informe correspondiente a 2021 al Consejo Directivo, en realidad un recuento a partir de diciembre de 2018.
Tuve acceso a su documento y me quedó claro que su administración cumple con la razón de ser del Instituto: pagar puntualmente la pensión a los miles de trabajadores (mujeres y hombres), sus jubilaciones y otras prestaciones.
Gobiernos de Fidel y de Duarte retuvieron dinero y no lo entregaron
Para valorar mejor la dimensión de lo que se ha logrado (aquí sí, mis respetos para el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez), no pude dejar de rememorar que en la transición del gobierno de Fidel Herrera Beltrán al de Javier Duarte de Ochoa, se acumuló un adeudo de 6 mil millones de pesos, si es que no me estoy quedando corto.
Las administraciones de esos gobernantes hicieron con el IPE lo mismo que con la UV: retuvieron pagos de los trabajadores, para el SAT o para las pensiones, y no los entregaron. Se lo quedaron; quién sabe qué hicieron con el dinero.
Para muchos pensionados y jubilados todavía está fresco que en el último año de su gobierno, Duarte ya no tuvo para pagar, lo que originó bloqueos en las calles frente a los bancos habilitados para el pago, pero también frente a la entrada de Finanzas y frente al palacio de gobierno, e incluso se llegó a la represión contra los trabajadores adultos mayores.
Por eso me parece significativo lo que se ha logrado en el actual gobierno en materia de pago de pensiones, jubilaciones y prestaciones, pues luego de que recibieron el Instituto con insuficiencia financiera, ahora, de acuerdo a las cifras pormenorizadas de la socióloga Griego Ceballos, no solo se tiene el déficit controlado, sino que en 2021 en el comparativo de ingresos y egresos quedó un saldo a favor de 355.701 millones de pesos, cuando en 2018 hubo un déficit de 210 millones de pesos.
Todo ello ha sido producto de un buen manejo financiero que ha permitido aumentar los ingresos por recuperación de préstamos, arrendamiento de bienes, donaciones, el logro de convenios de reconocimiento de adeudos y forma de pagos con entes y municipios, más los subsidios federal y estatal, entre otros rubros.
Directora del IPE, con equipo experto y se deja ayudar
En su informe no lo dijo, pero el resultado refleja también que se ha sabido rodear de un equipo profesional y experto en administración y finanzas, que se deja ayudar y los resultados están a la vista.
Algo que preocupaba a los pensionados y jubilados, según escuché en reuniones a las que asistí en su momento, era la disminución o el mal manejo de la Reserva Técnica. Pero ahí las noticias también son buenas: mientras que en 2018 tenía un fondo de 1,222 millones de pesos, a diciembre del año pasado era de 1,698 millones.
El informe de la funcionaria abunda en cifras y detalles, pero aparte de las cifras, creo que todavía hay algo más importante, que ella dijo a los integrantes del Consejo Directivo. Cuando recibió la institución se encontró con una gran desconfianza por parte de los pensionados y las organizaciones sindicales, por el manejo deficiente que se había hecho en algunas administraciones anteriores, lo que se ha revertido.
El patrimonio del IPE es un patrimonio producto de la contribución de sus ahorros que hicieron los trabajadores cuando estuvieron activos, y, es mi caso, saber que ahora no solo se hace un buen manejo sino que hay disponibilidad de recursos para que se nos proteja económicamente cuando nos retiremos y nos jubilemos, y para pagar puntualmente a quienes ya lo hicieron, entonces es motivo para el más amplio reconocimiento para los directivos y para el gobernador García Jiménez, quien ha confiado en ellos, y no tengo la menor reserva en expresarlo en este espacio.
Algo que no dejó de mencionar la directora: de acuerdo con los estudios actuariales, el déficit financiero irá creciendo en los próximos 30 años (es un problema mundial, por la pauperización de los adultos mayores, por la inviabilidad financiera de muchos esquemas, y por la carga fiscal sobre un grupo de trabajadores activos relativamente pequeño), aunque ese es otro tema y por ahora lo que importa es el presente, y al menos en el IPE el déficit está controlado.
Cercano a Adán Augusto vino a acompañar a Sergio
Un detalle que se perdió el domingo fue que entre el numeroso grupo de diputados federales que acudió a Minatitlán para acompañar al diputado Sergio Gutiérrez Luna en la asamblea informativa que organizó sobre la reforma eléctrica estuvo su compañero Marcos Rosendo Medina Filigrana.
Marcos Rosendo fue secretario de Gobierno en la administración del gobernador de Tabasco Adán Augusto López Hernández, hoy secretario de Gobernación, ambos ligados al presidente Andrés Manuel López Obrador. Actualmente representa el Distrito I con sede en Macuspana.
En la otra parcela, extrañó que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, no haya estado en la reunión que organizó la diputada federal Rosalba Valencia Cruz, si finalmente la concentración que se hizo con el apoyo del Gobierno del Estado fue para tratar de proyectarla como aspirante a la gubernatura en 2024, y, ya lo dice el dicho, santo que no es visto no es adorado. ¿Qué pasó? Tanto gasto para nada.
Falta todo lo que resta de 2022 y todo 2023 para que se perfile quién será en definitiva el candidato de Morena, pero desde ahora al grupo de la Sener y del palacio de gobierno no los deja dormir el minatitleco y lo siguen acusando de mal uso de recursos y de que ya anda en campaña.
El diputado ya advirtió que no va a frenar su ritmo de trabajo, esto es, de visitas al estado, por lo que, opino, lo que deben hacer los otros es ponerse a trabajar las bases en las bases y no estar atenidos al dedazo del presidente, al viejo estilo del PRI, porque ahora ya no basta, y como proclamó Emiliano Zapata, la tierra es de quien la trabaja.
Por su parte, el secretario de Gobierno Eric Cisneros no se ha aparecido porque anda construyendo su estructura propia ya que quiere ser el “bueno”.
Día Internacional de la Mujer
A propósito del #8M, el Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana (OUVMujeres) informó que en el primer bimestre de este año (enero-febrero) se registraron 20 feminicidios en Veracruz, 15 homicidios, 106 desapariciones y 60 agresiones.
Este martes habrá manifestaciones en todo el estado. Habrá que estar atentos.