A unos días de concluir el año, Veracruz vive una de las peores crisis políticas de la que se tenga memoria. Se trata de un conflicto fratricida entre militantes de Morena y la confirmación de cómo el gobierno estatal ha pervertido las instituciones para utilizarlas como instrumento de vendettas políticas. La desaparición de poderes en Veracruz es un camino posible.
La detención en Veracruz de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Senado de la República, no fue un hecho aislado. Significa el corolario de una larga cadena de vejaciones y agravios por parte de las autoridades locales en contra de adversarios políticos y de ciudadanos comunes, muchos de ellos imputados bajo la norma inconstitucional de ultrajes a la autoridad.
El jueves pasado, en plenas fiestas decembrinas y en medio de mensajes de fraternidad y reconciliación de los gobernantes morenistas, el Senado de la República aprobó la creación de una Comisión Especial para investigar abusos de autoridad en Veracruz, no sólo contra el funcionario en mención sino también en contra de “cientos de personas”, como lo denunció el propio senador Ricardo Monreal.
El grupo que será presidido por el ex gobernador Dante Delgado realizará pesquisas sobre posibles violaciones al Estado de Derecho, por lo que deberá recabar información de todos aquellos “hechos arbitrarios realizados por autoridades, que tengan privados de su libertad a ciudadanos inocentes». Violaciones que todos conocemos.
Hoy Veracruz carece de gobierno y de una efectiva división de poderes. De confirmarse jurídicamente estos hechos, a los que se sumarían los actos violatorios que han cometido los poderes legislativo y judicial en desacato incluso de disposiciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), se iniciaría formalmente el proceso de desaparición de poderes.
El artículo 76 de la Constitución federal otorga a la Cámara de Senadores la facultad exclusiva para determinar que se ha configurado la desaparición de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial de un Estado y hacer la declaratoria de que debe nombrarse un gobernador provisional o sustituto.
Señala también que la desaparición de poderes en una entidad federativa se puede dar en los casos de que los titulares de los poderes constitucionales, con motivo de conflictos causados por ellos mismos que afecten la vida del Estado que impidan la plena vigencia del orden jurídico, como hoy sucede en Veracruz.
El objetivo de la declaratoria de desaparición de poderes impulsada desde el Senado de la República es reconstruir los poderes constitucionales del Estado, no eliminarlos. Veracruz no se quedará sin gobernador, acaso tendrá a uno distinto que se someta a lo que mandata la Constitución del Estado y restaure la gobernabilidad.
En los últimos tres años, Veracruz ha visto un deterioro constante de sus instituciones de procuración e impartición de justicia. Al igual en que el resto de organismos autónomos, se impuso a personajes sin experiencia ni capacidad –muchos de ellos empleados menores del gobierno o vinculados a ellos-, con lo que se puso a la Fiscalía General de Justicia y al Poder Judicial al servicio de los intereses políticos del Gobernador.
La defensa que hizo el Presidente del mandatario veracruzano –“Cuitláhuac García, es incapaz de cometer una injusticia en contra de nadie”- sólo puede tener dos interpretaciones: ignora por completo lo que sucede en Veracruz o está dispuesto a mantener el manto de impunidad ante los señalamientos de corrupción que suceden en el estado. Las dos son igual de graves.
Al igual que el Presidente, los veracruzanos también esperamos que las autoridades “resuelvan con apego a la verdad, sobre todo, no solo con apego a derecho, sino que se vaya al fondo, se esclarezcan los hechos, y se resuelva, que haya justicia”. Esa será la tarea de la Comisión Especial aprobada por el Senado ante los casos que han sido documentados lo mismo por abogados, medios de comunicación como por las familias de quienes hoy están encarcelados injustamente.
Si Morena en el Congreso local puso a salvo al Gobernador de someterse a la revocación de mandato, podría ser el propio Morena en el Senado de la República quien lo incline en el cadalso de la desaparición de poderes.
Es posible que el 2022 nos traiga un nuevo Gobernador de Veracruz.
FELIZ AÑO NUEVO. Deseo con el corazón que los veracruzanos recuperemos el camino de la paz y el bienestar. Que cada familia goce de salud, de seguridad y de los medios necesarios para lograr sus mejores propósitos. Que sea un muy feliz año nuevo.
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