Panoramas de Reflexión
Conocí a Eberto casi a finales de los años 90 del siglo pasado. Llegó a trabajar al Inmecafé precisamente en la misma área en que yo me encontraba, y fuimos compañeros en el área de Recepción y Custodia de Café; éramos Supervisores Nacionales en esa gerencia y viajábamos continuamente a varias partes de la república. Algunas veces coincidíamos en nuestros viajes de comisión. Cunando él llegó al Instituto, inmediatamente supe que era de Martínez de la Torre y nos enfrascamos en una bella amistad plagada de anécdotas y aventuras, como los dos jóvenes que fuimos alguna vez. Hicimos también buena mancuerna en el trabajo con mucha dedicación y esmero.
Cuando el Inmecafé desapareció, por que al ratoncito orejón de Salinas se le ocurrió cerrar la paraestatal, dejamos de vernos; cada quien siguió su camino por rumbos distintos. Con el tiempo, como a los dos años, lo volví a ver siendo él, diputado federal de la LV legislatura del Congreso de la unión, y nos saludamos en Martínez, pero ya de manera muy breve. Pasaron muchos años más sin volvernos a encontrar hasta que por mera casualidad me enteré, hace algunas semanas, que él ha escrito dos libros, una novela: “Rastros del tiempo”; y el otro, de cuentos: “Pregúntale al viento, Cuentos que cuentan”. Lo supe porque mi querido Amigo Melquiades Castro Aguilar, regaló un libro de su autoría en una de sus ya clásicas trivias históricas que postea semanalmente en la red social “Facebook”. Busqué a Eberto en esa misma red social y lo encontré, despertando así, esa nuestra amistad por muchos años dormida. Eberto Croda Rodríguez es Licenciado en Economía egresado de la Universidad Veracruzana y asistió a dos talleres de literatura: el primero sobre biografía novelada en la escuela de escritores Sergio Galindo y el segundo, con el reconocido escritor colombiano, Marco Tulio Aguilera Garramuño. Tuve la maravillosa oportunidad de leer su segunda obra, compuesta de 11 cuentos, algunos ambientados en esta nuestra hermosa zona geográfica, rodeada de costa, montaña, ríos, manglares y montes; cuentos de tramas interesantes, con una narrativa clara y extraordinaria imaginación que incita a continuar leyéndolos. De prosa ágil y llevadera, capaz de trasmitir su contenido sin estructuras complicadas, haciéndonos sentir la emoción y la sensación de encontrarnos verdaderamente dentro de sus escenas, sus acontecimientos, aspirando los aromas de la exótica vegetación de su ambientación. Es sin duda, uno de los mejores libros que he leído.
A usted, que es amante de la buena literatura, le invito a conocer la obra de Eberto Croda Rodríguez. Sus libros los puede encontrar en pleno centro de la cuidad de Xalapa, en las librerías: “La Rueca de Gandhi”, y “Rayuela”; ambas sobre la calle Juan de la Luz Enríquez. Sus libros, son de alto contenido humanista y sentimiento puro que, sin duda, despertarán en usted grandes emociones. Su novela, imagino está sobre ese mismo tenor y estoy por iniciar su lectura, pues aún estoy leyendo una antología de “Cuentistas Judíos”, de Ilán Stavans, que alguna vez me obsequiara mi estimada Amiga, la notable escritora martinense, Estela Parada Couturier. Leamos más literatura local. ¿No lo cree usted así amigo lector? Píenselo un poco. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.
Integrante de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A. C. (REVECO).